Anaconda (Tom Gormican, 2025) llega a los cines con la intención de revitalizar y ¿homenajear? una de las películas de terror y aventuras más icónicas de los 90.

Este reboot busca actualizar el mito de la serpiente gigante, aunque es muy posible que te surja la pregunta: ¿consigue superar o al menos igualar a Anaconda (1997)? ¿Está cerca de querer parecerse?

Sigue leyendo porque aquí la analizaré sin entrar en spoilers, por supuesto.

Sinopsis

Doug (Jack Black) y Griff (Paul Rudd) son mejores amigos de la infancia y comparten una gran pasión por el cine. Tras una crisis de mediana edad, deciden cumplir su sueño y rodar su propia versión de Anaconda, una de las películas icónicas de su infancia, viajando hasta la selva amazónica para hacerlo realidad.  Esta hazaña se les complica muchísimo cuando se topan con una verdadera anaconda gigante que convierte sus planes en una lucha real por la supervivencia.

Músculo técnico y conciencia de género

El mayor acierto de Anaconda (2025) es, sin lugar a dudas, su puesta en escena. Los efectos visuales actuales permiten que la serpiente protagonista tenga una presencia muy orgánica, consiguiendo que la anaconda se integre en el entorno selvático. También se agradece el ritmo controlado con momentos de tensión bien construidos y una clara conciencia de lo que es la película: una historia de supervivencia sin complejos, que no pretende elevar el material más de lo necesario. En este sentido, el filme entiende el «placer culpable» que ofrece y lo explota con giros cómicos que tal vez le hubiesen venido bien a su predecesora.

No se trata de un remake directo de la película original de 1997, sino de una historia nueva con toques de comedia, aventura y pildoritas de terror que juega con la nostalgia del público y con la idea de lo que se supone que es hacer cine en el imaginario general.

El relato mezcla la ambición de cumplir un sueño creativo con la realidad peligrosa de una criatura imponente, funcionando como una película dentro de otra.

Personajes funcionales y falta de personalidad

En la sección de desarrollo de personajes es donde yo veo que Anaconda (2025) tropieza. La película opta por perfiles bastante planos y genéricos. Funcionan a nivel narrativo, pero no acaban de dejar la huella que cabría esperar con unos protagonistas de la talla de Jack Black y Paul Rudd. Falta asumir riesgos en los momentos de comedia y aunque sí que se escuchan risas en chascarrillos puntuales, no lloramos de risa en sala como yo me había imaginado.

Aun así, Black es, sin duda, el motor interpretativo del film. Su personaje funciona como el alma infantil y obsesiva del grupo, alguien que vive la experiencia con una mezcla de euforia y torpeza constante, pero sin demasiados momentos “Jack Black”, if you know what I mean. Por su parte, Rudd se muestra más contenido e irónico. El actor ayuda a que la película no se convierta en una parodia pasada de vueltas al estilo ‘Scary Movie’.

El resto del elenco cumple de manera correcta y sin excesos, a diferencia de Anaconda (1997), donde algunos secundarios se volvieron memorables gracias a interpretaciones mucho más exageradas y teatrales.

El resultado es menos icónico, pero también más coherente con el tipo de comedia que nos propone Tom Gormican.

¿Mejor o simplemente distinta?

La Anaconda de 1997 era caótica, exagerada y, en muchos momentos, involuntariamente cómica. Sin embargo, precisamente ahí residía parte de su encanto. Sus excesos, su tono desacomplejado y su villano casi caricaturesco la convirtieron en un producto fácilmente recordable.

Anaconda (2025) es, objetivamente, una película mejor hecha, más pulida y coherente. Pero también es menos icónica. Cambia la personalidad por la corrección técnica y el delirio noventero por una sobriedad más acorde con los estándares actuales del género.

Conclusión

Anaconda (2025) cumple como homenaje entretenido ideal para una sesión de cine palomitera sin otra pretensión que la de pasar un buen rato. No alcanza el estatus de culto ni la personalidad desbordada de la original, pero ofrece espectáculo que, para qué engañarnos, es lo que esperamos cuando nos sentamos en una butaca y no en el sofá de casa.

Anaconda llegará a los cines el próximo 25 de diciembre.

Anaconda (2025)

60%
60%
Te vas a divertir

Anaconda (2025) cumple como homenaje entretenido ideal para una sesión de cine palomitera sin otra pretensión que la de pasar un buen rato.

Share.

Soy una estudiante de Comunicación apasionada del cine y las series. Disfruto escribiendo sobre historias y personajes que dejan huella. Comparto mis opiniones como si estuviéramos en el sofá con palomitas de por medio.

Leave A Reply

Exit mobile version