Tras hacer un curso para aprender a degustar los matices de un buen café y comprarnos una gorra parecida a la de un famoso personaje literario, nos abalanzamos sobre el último juego de The Pokémon Company con el objetivo de desvelar todos sus misterios: Detective Pikachu: El Regreso. Haciendo gala del rico universo creado a lo largo de los años, la saga Pokémon ha aprovechado en diversas ocasiones para distanciarse de las entregas principales y mostrar lo que ocurre más allá de la conquista de la Liga Pokémon o la Pokédex. Fue en 2018 cuando salió al mercado la versión completa de Detective Pikachu, una aventura gráfica en la que controlábamos a dos extraños detectives, un joven llamado Tim Goodman y un Pikachu con el que podía hablar. El éxito de la propuesta llevó, no solo a confirmar la secuela, sino a estrenar una película de acción real donde Ryan Reynolds puso voz al carismático Pokémon.

Pero hoy no hemos venido aquí a hablar de cine. Con grandes expectativas por conocer el siguiente capítulo de la historia, nos preparamos para este análisis. ¿Qué tal ha salido? ¿Seguimos siendo tan Perspikachus como antaño? ¡Allé vamos!

Elemental, mi querido Buen hombre

Han pasado dos años desde que Ryme City sufrió los estragos de la Sustancia R y Roger. Con una secuencia introductoria que busca refrescar la memoria de los más olvidadizos o sentar antecedentes ante los neófitos, se nos presentan las hazañas de los protagonistas: los detectives Tim y Pikachu. Con su habilidad de comunicación, han logrado hacer que se cumpla el objetivo de la ciudad: la placentera convivencia entre humanos y Pokémon. Por todo ello, en una entrega de premios, recibirán unas medallas de manos del alcalde por la labor realizada hasta la fecha. Como no podía ser de otra manera, un Corviknight ataca la conmemoración y produce el primer incidente que tendremos que resolver. Así damos paso al tutorial que nos explicará los controles básicos. Aplicando las habilidades detectivescas que todos tenemos, no tardaremos en resolverlo y completar este prólogo, dando inicio a la verdadera chicha del juego: los sucesos de la ciudad.

¿Combates pokémon en la calle? ¿Nos hemos vuelto locos?

Aunque aquí tengo que dar un aviso. Nada más iniciar el juego, tendremos a nuestra disposición una lista con los capítulos disponibles, la cual recomiendo no mirar para no ir haciéndonos ideas sobre lo que va a ocurrir. Dicho esto, presenta cinco casos que tendremos que ir resolviendo para alcanzar el final. A pesar de ser aventuras que podrían funcionar por separado (un robo, una acusación falsa, la búsqueda de alguien…) cada una aporta respuestas al gran misterio que envuelve todo y que finaliza con un evento legendario (no mencionaré nada más de ello para no hacer spoiler). Para alcanzar ese final, seguiremos el camino bastante definido que nos tiene preparado el juego. No debemos olvidar que, a pesar de lograr evitar que la Sustancia R enloqueciese a todos los Pokémon, no pudieron dar con el paradero del padre de Tim: Harry. Esta trama se retomará con fuerza en aquí, pero no será la única temática que se apreciará en la aventura.

A pesar de tener un claro enfoque infantil y apostar por valores como la convivencia, la amistad o el buen hacer, no se cortarán al hablar de conceptos como violencia, maltrato animal, secuestros, anulación de la personalidad… Cada uno de ellos temas potentes que hacen de la trama algo interesante e impulsa a seguir jugando. Es una pena que el inicio sea más lento y tardes en conectar, además de contar con algunos acertijos y giros de guion que eres capaz de descubrir mucho antes de que ocurran. Regreso aquí al público objetivo, pero no deja de ser un detalle a tener en cuenta.

¿Eso que he escuchado ha sido un grito de Edna? Espero que no salga en el periódico…

Lo que sí que considero un gran acierto es la muestra del mundo Pokémon alejado de los combates. No es el primer spin-off que demuestra que el trasfondo permite abordar muchas historias desde diferentes perspectivas, pero sí uno que nos da la oportunidad de comprender algunos detalles que aparecen en la Pokédex. La ciudad está llena de criaturas con las que puedes hablar e interactuar, permaneciendo la mayoría de ellas donde esperarías que estuvieran si fuera el mundo real. Además, para darles todavía más contexto, aparece una suerte de aventuras secundarias: pequeñas misiones que tendrás que resolver y cuyo objetivo es conocer más acerca de lo que te rodea. Es cierto que su resolución es simple, son bastante repetitivas y que la única recompensa es una entrada en el periódico del día, pero creo que es un camino interesante para explorar en futuras entregas.

¡Pikachu Holmes en acción!

Los más puestos en la materia ya se habrán dado cuenta de que este Pikachu no es normal. Con amor por el café y fascinación por resolver casos, lo verdaderamente importante para nosotros es su capacidad para comunicarse únicamente con Tim (algo que lo diferencia con el Meowth de la serie, por ejemplo). Este detalle particular es el eje que justifica toda la jugabilidad del título, notando esa simbiosis entre personajes al necesitarse el uno al otro para comunicarse con miembros de la especie contraria. De este modo, según seamos informados de un nuevo crimen, no tardaremos en comunicarnos con los distintos habitantes para que nos den pistas, ya sean humanos o pokémon.

Tras encontrar algunas pistas, podremos intentar resolver una pregunta. Para ello, tendremos que escoger la opción correcta entre las mostradas. No importa si fallamos, podremos reintentarlo.

Con cada nuevo caso se abrirá un apartado donde irán apareciendo diferentes preguntas que tendremos que ir respondiendo para poder avanzar. Por lo tanto, habrá que ponerse la gorra y a patear. Aunque de base parezca que tengamos acceso a toda la ciudad o diferentes mapas, la libertad de movimiento por el escenario no es total. No son pocas las ocasiones en las que te encuentras con obstáculos físicos (dos pokémon peleando) o psíquicos (el propio personaje no quiere ir porque hay que ir en dirección contraria), rompiendo un poco ese toque detectivesco. A pesar de ello, se ha añadido un nuevo método de desplazamiento. En determinadas ocasiones, contaremos con algunos pokémon que nos prestarán sus habilidades, ya sea oliendo rastros o mirando tras las paredes. En esos casos, Pikachu subirá sobre ellos y podremos controlarlos a nuestra voluntad.

Pero no tenemos que olvidarnos: el objetivo será encontrar pistas para resolver las cuestiones del caso. La primera opción consistirán en interrogatorios guiados a través de preguntas prediseñadas en las que solamente tendremos que leer y comprobar si alguna de las respuestas sale en color amarillo y, por lo tanto, se suma al cuaderno. Aquí hecho en falta un sistema al estilo Phoenix Wright, en el que puedes ir con pruebas a preguntar a otros personajes. Otro de los métodos será investigando las escenas del crimen, donde exploraremos una imagen estática en busca de detalles sospechosos que podremos incorporar a las notas. La última, y no por ello menos importante, será encontrar algún objeto en zonas que nos sirva como pista (ya sean unos papeles, una pluma…).

AVISO: NO ES EL CÓDIGO CORRECTO. Lo puse así para mostrar otra mecánica del juego. No lo intentéis.

Alcanzado un número de ellas apuntadas, el juego nos avisará de que es momento de darle al coco. Entonces, tendremos que escoger la solución correcta para dar paso a la siguiente cuestión. Aquí es donde los más maduros comenzaremos a notar un poco el peso del conocimiento, desvelando a veces el misterio antes de obtener alguna pista y no pudiendo avanzar (ya sea literal o figuradamente) sin ello. Además, en caso de equivocarte no hay penalización, permitiéndote seleccionar otra solución hasta dar con la acertada. Esta facilidad es sorprendente si además contamos con una opción que permite resaltar la correcta desde el principio. Como digo, esto hay que verlo en el contexto del público objetivo al que va dirigido y el evitar que haya frustración (aunque ya tengamos la ayuda de Pikachu si se la pedimos).

Este bucle se irá repitiendo hasta completar el caso, en una animación en la que juntaremos a todos los personajes y resolveremos el misterio. De ser únicamente así, sería algo bastante repetitivo, por suerte, cada misión añade alguna mecánica a través de los pokémon montura, animaciones con QTE o momentos de sigilo al estilo Metal Gear (aunque sin tanta dificultad.)

Sácame los colores, Ryme City

La evolución gráfica de la saga va en aumento, consolidando en esta segunda parte una mejora respecto a la primera, algo que es normal debido a su salida hace cinco años en la 3DS. Ese desarrollo se nota en la definición en el modelado de los personajes, escenarios y pokémon, obteniendo mayor resolución y finura. Esto permite conseguir unos lugares más coloridos y llenos de detalles, como puede ser el local de la cafetería del Hi-Hat o la comisaría, aunque hay otros que acusan simpleza y sobriedad.

Tomate no sé, pero un Milcery adorable en la barra sí… ¿Y aquella tetera nos será…?

Esa mejora en el apartado gráfico contrasta totalmente con las animaciones de los personajes. Debido al carácter conversacional del juego, hay multitud de momentos en los que aparecen moviéndose en posición estática. Es curioso comprobar que existen únicamente un limitado número de ellas y que van sucediéndose cada poco tiempo. Sorprende, además, encontrarse esas mismas animaciones en las cinemáticas o ver pokémon realizando movimientos cíclicos en una zona de vuelo. Quizás esta sea la única pega en este apartado, ya que en ningún momento he tenido problemas de ningún tipo durante la partida.

Trata de acercar el momento presente

La elección musical vuelve a sumergirnos principalmente con piezas con reminiscencias al jazz en las que el piano o los bajos se convierten en instrumentos imprescindibles, aunque hay gran variedad de temas según las escenas. Algunos son más movidos, como el que suena al estar con Darmanitan, u otras que se lanzan al tecno, como en las secuencias de sigilo (este me ha gustado mucho). O el que sigue, que lo toca un grupo comandado por una Politoed en el Hi-Hat Café.

 
Por su parte, las voces del juego vienen dobladas en inglés o japonés que, aunque hacen un buen trabajo, serán pocas las escenas en las que sean de total importancia, por lo que no echarás de menos la falta de español. Al ser un juego más centrado en las conversaciones por escrito, aquí se hará más latente el estado de gracia de los traductores españoles. Darán rienda suelta a diferentes chascarrillos utilizando nombres, apariencia o personalidad de los pokémon. ¿Quién no tendría miedo a un Morpeko hambriento?

Conclusión

Detective Pikachu surgió siendo otro spin-off de un titán de la industria como es Pokémon y no tardó en ganarse el aprecio de los jugadores, ya fueran grandes o pequeños. Eliminando una de las bases del juego (los combates por turnos) y añadiendo el componente de investigación, crearon una figura que pocos son capaces de ignorar: el Pikachu con gorrita. Además de tener una voz profunda, un gusto por el mundo detectivesco y una cantidad de cafeína en vena proporcional a las tazas de café ingeridas, el carisma que desprende el ratón eléctrico es tal que puede ganarse la pantalla en cualquier momento.

¡¡Mi nueva oración para cuando me despierte por la mañana!!

Eso sí, el juego es para quién es. La aventura, al igual que la original, está orientada a un público más infantil, por lo que el nivel de complejidad del mismo puede acabar siendo un incordio en personas que esperaban un reto. A pesar de ello, la historia nos ha parecido interesante y, aunque cuenta con un inicio lento, llega un momento en el que estás deseando avanzar y conocer más. Además, por mucho que seamos hijos de la primera generación y hayamos evolucionado con ella, el poder ver a los pokémon interactuar  o cohabitar con los humanos sin necesidad de estar pendiente de las luchas, es algo agradecido (aunque nos guste sacarles fotos con el New Pokémon Snap).

Detective Pikachu: El Regreso ya está disponible en formato físico y digital para Nintendo Switch. Si eres de los amantes de los juegos de detectives, tienes que saber que éste será más sencillo, pero es fácil que te acabe gustando. Si te encanta Pokémon por encima de todo, ¡hazte con él!

Lo mejor

– El carisma del ratón eléctrico por excelencia – Los temas tratados de la historia – El mundo Pokémon en todo su esplendor – Las mecánicas de monturas pokémon, que permiten darle ritmo al juego – La música y la traducción del juego – La accesibilidad para los pequeños de la casa…

Lo peor

– … que choca con el reto que pueden buscar algunos adultos – La falta de interacción con los demás personajes al investigar – El poco riesgo al fallar – Las pocas animaciones, repitiéndose constantemente
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De tierras gallegas con un lacón bajo el brazo. La vida frente a la pantalla me entregó unas gafas con las que veo en 8K. Me gustan las cosas bien narradas, sean del formato que sean. Mis estanterías están a rebosar de juegos, libros, miniaturas...

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