Hay juegos que se toman la vida demasiado en serio, que se creen arte elevado (*cof Kojima, cof cof), que te miran por encima del hombro con su narrativa y su banda sonora de cuerdas tristes y luego está King of Meat. Es el primo gamberro que llega a la cena familiar con una camiseta de “Tonto el que lo lea” y una ristra de chistes escatológicos y de cuñado bajo el brazo.

Glowmade, el estudio detrás de esta locura, está formado por veteranos de LittleBigPlanet y Fable, y eso se nota. Aquí hay mimo, hay experiencia, y sobre todo, hay una voluntad clarísima de que te lo pases bien, no de que sufras, no de que llores por la muerte de un NPC con nombre impronunciable, solo de que te rías, de que te piques, y de que te lances a crear mazmorras como si fueras el arquitecto jefe de un parque temático para goblins con déficit de atención. ¿Aun no tenéis claro si King of Meat es para vosotros? Pues seguid leyendo.

El Disneylandia de la carnaza

El juego nos sitúa en Loregock, un mundo de fantasía donde orcos, humanos, hadas y goblins viven obsesionados con un único programa de televisión: King of Meat. Un reality show que mezcla Humor Amarillo, Fall Guys y Gladiadores Americanos, pero con más pinchos, más sangre y más flatulencias animadas. Porque sí, aquí el humor es tan fino como un cachopo de cemento.

La premisa de King of Meat es sencilla, te metes en mazmorras llenas de trampas, monstruos y obstáculos absurdos, y compites por la gloria, el oro y los aplausos de una audiencia virtual que probablemente (seguro) no tiene alma. Todo esto narrado por unos presentadores que parecen salidos de un cruce entre Borderlands y Muchachada Nui, con chistes que van desde lo tontorrón hasta lo directamente escatológico. ¿Maduro? No. ¿Divertido? Mucho.

Entre el caos y la carcajada

King of Meat es un juego cooperativo y competitivo a la vez. Puedes jugar con hasta cuatro personas, y cada partida es una mezcla de plataformas, combates, puzles y momentos de “¿pero qué narices acaba de pasar?”. El control es sencillo, casi insultantemente accesible, pero eso no significa que el juego sea fácil. Aquí vas a morir. Mucho. Y probablemente de formas ridículas.

Los niveles están diseñados con un gran amor a la hostia gratuita que haría llorar de orgullo al Coyote de ACME. Camas elásticas que te lanzan al vacío, trampas que se activan cuando menos te lo esperas… Desde luego, si mueres, es porque te has despistado, porque te has reído demasiado o porque tu compañero ha activado una trampa sin querer queriendo. Y eso, en un juego de este estilo, es oro puro.

Caca, culo, pedo pis

King of Meat no es sutil. Aquí hay bromas de laxantes, de vómitos, de pedos y de todo lo que haría reír a un adolescente encerrado en un baño con un cómic de Mortadelo y Filemón. Eso sí, no todo es escatología. También hay sátira. El juego se ríe del marketing agresivo, de los realities, de la cultura del espectáculo y de nosotros, los jugadores, que seguimos cayendo en estas trampas con una sonrisa. Y lo hace con una inteligencia que se esconde bajo capas de humor tonto, como un regalo envuelto en papel de periódico.

Constructor no se nace, se hace

El modo de creación de niveles es donde King of Meat saca músculo. El modo de creación de mazmorras es una maravilla. Intuitivo, potente y, sobre todo, divertido. Puedes construir tus propias arenas de muerte con una facilidad pasmosa, conectando salas, añadiendo trampas, enemigos, efectos visuales y hasta lógica básica sin necesidad de saber programar.

¿Quieres una sala que se inunde de esqueletos si alguien pisa una baldosa? Puedes. ¿Un pasadizo secreto que solo se abre si dos jugadores activan interruptores a la vez? También. ¿Un nivel entero que es solo una broma sobre pedos? Glowmade no solo te deja, probablemente te aplauda.

Y lo mejor es que todo esto se puede compartir con la comunidad. Así que prepárate para una avalancha de niveles imposibles, homenajes a Shrek y recreaciones de Dark Souls con trampas que te matan antes de cargar la pantalla.

Happy Tree Mazmorras

Visualmente, King of Meat es un festival. Colores saturados, personajes caricaturescos, animaciones exageradas y un diseño que parece salido de una mente que ha visto demasiados anuncios de cereales de los 90. Y eso es un cumplido.

El juego no busca realismo ni épica, busca que te rías, que te sientas dentro de un episodio de Rick y Morty dirigido por un fan de Takeshi’s Castle, y lo consigue. Desde el logo del estudio (un hurón que aparece y desaparece con voz en off incluida) hasta los menús llenos de chistes malos, todo está diseñado para que entres en el mood adecuado, el de “esto es una locura, y me encanta”.

Aunque el juego aún no ha salido oficialmente, nuestra impresión apunta a que el rendimiento será sólido en todas las plataformas, al fin y al cabo, no es un Triple A, el diseño es sencillo y no requiere de grandes maquinas para mover estos gráficos. Aunque hemos tenido problemillas con cuelgues del juego y alguna caída que otra de rendimiento en las nuevas tarjetas de Nvidia, no es nada que no se solucione con una actualización de driver o un reinicio aquí y allá del PC. No nos olvidemos que estamos ante un avance de un juego aun en desarrollo.

Lo mejor de todo es que King of Meat está doblado al español de España, con todo lo que eso implica: chistes localizados, voces con acento y probablemente alguna referencia a Sálvame o a La que se avecina. ¿Es necesario? No. ¿Lo vamos a disfrutar? Absolutamente.

Mamá yo quiero ser artista

En un juego donde puedes ser un goblin con tutú o un orco con gafas de sol, la representación de género y cuerpo es… peculiar. No hay sexualización gratuita, lo cual se agradece. Aquí nadie va en bikini de metal ni con tacones imposibles, todo el mundo es ridículo por igual, y eso, en este contexto, es casi revolucionario. No es un juego que pretenda dar lecciones, pero tampoco cae en los clichés más rancios. Y eso, viniendo de un título que hace chistes sobre heces, es digno de mención.

Solo nos ha faltado Ramon García

Si buscas una experiencia profunda, introspectiva y emocional… este no es tu juego. Pero si quieres reírte, picarte con tus amigos, crear niveles imposibles y sentir que estás dentro de un programa de televisión dirigido por un orco con problemas de autocontrol, King of Meat es tu sitio. Es un juego que no se toma en serio, pero que está hecho con mucho cariño. Que se ríe de todo, pero nunca de ti. Y que, en un panorama saturado de títulos que quieren ser el próximo GTA6, se atreve a ser simplemente divertido.

King of Meat es una rareza deliciosa. Un juego que mezcla lo mejor del diseño británico con el humor más gamberro, y que te invita a jugar, a crear y a reírte sin complejos. No va a ganar premios por su narrativa, ni falta que le hace. Su objetivo es otro, que te lo pases bien.

Y hasta aquí con el Gran Prix de la carne. King of Meat llegara a Pc y consolas de la mano de Amazon Games y aunque aun no tiene fecha definitiva de lanzamiento, solo sabemos que saldrá en todas las plataformas actuales (aunque sin confirmación de si lo hará en Switch 2) y que lo hará para finales de año muy posiblemente. De modo que estad atentos a nuestra web ya que te pondremos al día de todo en cuando sepamos más.

Este juego ha sido analizado en un ordenador de las siguientes características:
  • Sistema Operativo: Windows 11 Pro 24H2
  • Procesador: Intel(R) Core(TM) i7-13700 CPU @ 5.10Ghz
  • Memoria RAM: 64GB DDR4 3200Mhz
  • Disco Duro: M.2 NVMe 7000Mbs Gen4
  • Tarjeta Gráfica: NVIDIA Geforce RTX 5070 Ti 16GB
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Crecí delante de un Commodore 64, lo siguió el PC y después la Megadrive. Desde entonces soy una poli-pc-consolera. Mis juegos favoritos son las sagas de Tomb Raider, Final Fantasy, Dragon's Dogma o Baldur's Gate. Prefiero los juegos de un solo jugador a los online, aunque le doy al Fortnite y al Ovewatch 2 de vez en cuando.

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