Hemos conseguido escapar del orfanato Bunny Hall únicamente para traeros el análisis de Bye Sweet Carole en PS5, propuesta jugable de Maximum Entertainment que, en colaboración con el estudio italiano Little Sewing Machine y Meangrip Studios, nos ofrece una aventura de terror inspirada en la era dorada de la animación tradicional con un estilo artístico bastante llamativo, ya que todos sus fotogramas, así como decorados, están dibujados a mano.

Un juego donde lo más llamativo, aparte de su interesante planteamiento, será su caricaturesco apartado artístico que nos recordará mucho tanto a las películas Disney así como a las de Don Bluth («el secreto de Nimh», «Titan A.E.», «Anastasia»…) que disfrutamos tanto durante la década de los 80-90s, época que muchos consideran la edad de oro de la animación.

¿Estará dicha aventura a la altura de las expectativas? ¡Acompañadnos en este análisis para averiguarlo!

Bye Sweet Carole transporta a los jugadores a un inquietante y hermoso mundo donde los cuentos de hadas se entrelazan con las más terribles pesadillas. Una creación de Chris Darril, al que conozcáis seguramente por ser el creador de la saga Remothered, que, a modo de curiosidad, diremos que de un proyecto abandonado recuperó una de sus partes y empezó a darle forma hasta que terminó siendo el producto que tenemos actualmente entre manos.

Una oscura madriguera

Ambientado en una Gran Bretaña de principios del siglo XX, y justo en el momento en que los movimientos feministas empiezan a generar agitaciones sociales, encarnaremos el papel de Lana Benton, una risueña joven residente del orfanato Bunny Hall, quien emprende una desesperada búsqueda para localizar a su desaparecida amiga Carole, personaje que da nombre a la aventura y que ha escapado del orfanato, cosa que le extraña. Lana pronto descubrirá como no todo es lo que parece y que dicha huida no es más que una parte de la historia de lo que le ocurrió a su amiga…

«¡Recordad ser bellas, niñas!»

Durante sus labores de investigación, Lana oscilará entre la realidad (el orfanato) y un mundo onírico llamado “Corolla” donde residen, además de los típicos animalitos risueños como pajaritos, ardillitas o conejitos, criaturas y personajes de fábula de lo más siniestros, como el Sr. Kyn, la lechuza Velenia o colonias de diabólicos conejos oscuros. Un lugar donde los cuentos/fábulas se entremezclan con el terror psicológico, la fantasía y criaturas de lo más grotescas y surreales.

Cabe mencionar que la misión no será sencilla, ya que mientras exploramos habrá ocasiones y momentos de auténtica tensión en los que tendremos que huir de un invencible enemigo y sólo podremos escapar y escondernos; algo que nos recordará a mecánicas de títulos como los Clock Tower clásicos, juegos de los que claramente Bye Sweet Carole se ha inspirado, o incluso al Alien Isolation (evidentemente salvando distancias).

Con un inicio que bien puede recordarnos al clásico de Disney «Alicia en el País de las Maravillas«, Bye Sweet Carole nos ofrece toda una aventura de exploración y desplazamiento en 2D con mecánicas de resolución de puzles y de recolección de objetos para resolverlos donde lo más llamativo de todo es, sin lugar a dudas, un apartado artístico basado en las películas de animación de los 80/90s, pero con ciertos toques siniestros que se alejan bastante de lo escatológico (como bien podrían ser los de un Silent Hill) y se acercan más bien a los terrores infantiles, eso sí, aderezados con altas dosis de momentos de mal rollo.

Lana cayendo por la madriguera, un claro homenaje a «Alicia en el país de las maravillas»

Explorando Bunny Hall y Carolla

Ya desde los primeros segundos en que pongamos nuestras manos en nuestro mando, las mecánicas jugables de Bye Sweet Carole nos recordarán muchísimo a las aventuras gráficas de antaño tipo Point & Click como fueron los Monkey Island o los Broken Sword, con la diferencia de que Lana se controlará directamente con el mando.

Tanto con el stick analógico izquierdo como con la cruceta desplazaremos a Lana, con un botón correremos, con otro escalaremos obstáculos, otro servirá para dar leves puntapiés o interactuar con el entorno. Hemos de advertir que el control de Lana es bastante abrupto y, aunque se deja controlar y no es malo del todo, no termina de asentarse y de hacerse cómodo a lo largo de la aventura.

A título curioso, cabe señalar que hay anunciada una actualización para poder controlar a Lana con el puntero del ratón para así disfrutar de la aventura como si de una auténtica aventura gráfica point & click se tratara, ardemos en deseos de comprobar cómo va a ser, pero de momento va a tocar esperar.

Hemos de añadir que, al contrario que en los Clock Tower donde las apariciones de nuestro acosador con tijeras eran bastante más puntuales y fortuitos además de más fáciles de driblar, hemos encontrado nuestros nuevos acosadores bastante más intensos e insistentes en yuxtaposición con el juego de Human. Lamentablemente tendremos como resultado bastantes momentos que derivan a una sensación final de que nos están haciendo perder mucho tiempo esperando o buscando escondite; algo que puede romper el ritmo del juego cuando queremos explorar y que puede llegar a agotar, especialmente, al jugador menos paciente.

Y pese a que Bye Sweet Carole puede parecer un juego que no necesita procesar una gran carga de información (al contrario que otros juegos, como, por ejemplo, los tridimensionales), los pequeños tiempos de transición entre zonas pueden llegar a resultar muy cansinos. Dichas cargas se ven demasiado largas y lentas, algo que rompe la acción por completo, cuando estemos huyendo, y cansa a la larga, especialmente durante la exploración; algo inexplicable y más teniendo en cuenta la altísima velocidad de lectura del disco duro de la PS5.

Aparte, diremos que hemos detectado algunos problemillas técnicos; algunos son leves fallos de programación y otros son jugables y todos ellos fácilmente subsanables con alguna futura actualización. Entre ellos, diremos el más llamativo, como que con la cruceta izquierda del controlador abriremos el menú de objetos y por el que podremos navegar haciendo uso del resto de botones de la cruceta; y digo resto porque en cuanto pulsemos la crucera izquierda nuevamente el menú se cerrará dejándonos con un palmo de narices. Afortunadamente, esto se solventa manejándonos por los menús haciendo uso del el stick analógico.

Por otro lado, en cuanto a los jugables mencionaremos el que más molesto y el más grave, ya que afecta a la jugabilidad: Cuando estemos huyendo de alguien y queramos escondernos, la mecánica de esconderse creemos que no está bien implementada del todo, ya que el botón de esconderse es el mismo que el de salir del escondite.

El problema viene cuando si dejamos el botón de «entrar en el escondite» demasiado tiempo pulsado o lo pulsamos dos veces por miedo o ansiedad, Lana entrará en su escondite, pero tan pronto entra lo abandonará de seguido dejándonos a merced del enemigo. Un fallo que consideramos grave porque mientras no afecte a la jugabilidad no es un fallo a tener muy en cuenta, pero en este caso sí que lo es.

Pronto ganaremos la habilidad de convertirnos en una dulce conejita, algo que cambiará la jugabilidad al poder acceder a zonas donde Lana humana no podría

Y, para terminar, diremos que una cosa que ha tenido en cuenta el equipo desarrollador es hacer que el juego no resulte repetitivo a lo largo de la partida, añadiendo situaciones en las que controlaremos otros personajes, incluso intercambiándolos y obligándolos a cooperar para poder avanzar alternándolos para ir resolviendo puzles, algo que dota bastante frescura al juego gracias a que cada uno de ellos contará con sus propias habilidades.

Apartado artístico

Si algo nos entró a todos por el ojo desde que vimos el primer tráiler de presentación de Bye Sweet Carole, fue su maravilloso apartado artístico donde cada fotograma ha sido hecho a mano reflejando todo el trabajo que hay tras de sí. El chocante contraste entre lo bello con lo inocente, macabro y siniestro está muy bien implementado, así como la mezcla de lo fantástico con lo grotesco.

El orfanato Bunny Hall frente al reino de Corolla sirven para contrastar estos tonos. Un apartado artístico y gráfico impecable donde en todo momento te sientes como si, en vez de un juego, estuvieras viendo una película animada.

En diversos momentos de acción será necesario resolver un sencillo QTE para sobrevivir

Mención especial al diseño de personajes, donde cada trazo brilla con luz propia con una expresividad increíble y unas animaciones llenas de pequeños detalles: Expresiones faciales, movimientos de la ropa o incluso los movimientos corporales de los propios personajes son factores que contribuyen a que todo el juego cobre vida.

Por poner un ejemplo, ¿recordáis la secuencia de animación de la película de Disney Blancanieves en que la protagonista huye adentrándose al interior del bosque donde todas las expresiones eran descaradamente exageradas, pero que quedaban muy bien con lo que se quería conseguir? Pues algo similar ocurre en Bye Sweet Carole, y podemos afirmar que consigue trasmitir la misma sensación.El sonido y la música acompañan a la perfección con la atmósfera del juego: Por un lado, tendremos melodías suaves cuasi de cuento de hadas y por otro, algunas más oscuras e intensas en los momentos de mayor tensión.

Un contraste que, al igual que el gráfico, se ha sabido llevar con gran gracia y elegancia. Respecto a los efectos de sonido estos tendrán mucha importancia con la jugabilidad, ya que acciones como correr pueden hacer ruido (ruido de pasos al pisar cristales o derribar objetos del entorno) y dichos sonidos alertarán a nuestros perseguidores.

Además, el juego está plagado de sonidos que ayudan a recrear la atmósfera, como el crepitar de la madera vieja al pisarla, el sonido de agua o del aire colándose por pequeñas rendijas… todos esos pequeños detalles que en una primera instancia pueden quedan inadvertidos, pero que suman mucho a la inmersión acentuando el tono melancólico, misterioso y, en ocasiones, siniestro del juego.

Respecto al idioma del juego, cabe decir que nos llega doblado a un perfecto inglés con un acento muy británico, lo cual casa a la perfección, ya que os recordamos que la acción trascurre en Gran Bretaña. Eso sí, no sufráis, que los textos estarán en español.

Conclusión

Bye Sweet Carole es una preciosa aventura animada cuyo punto más llamativo es su animación basada en los dibujos de las películas clásicas de los 80/90s. Gracias a ello, nos encontraremos con un thriller que sabe mantener bien el misterio y donde están continuamente ocurriendo cosas de tal forma que te cautiva y te deja atrapado hasta el final.

Un juego que cumple con su objetivo: Entretener, ya sea quedándote embelesado admirando lo bonito de su apartado artístico (algo que, creedme, lo cumple de sobras) como con mecánicas jugables y sus puzles (algunos de ellos muy ingeniosos), historia y desarrollo. Una aventura que bien puede llevarte unas 8 horas acabar, aunque advertimos que hay un trofeo consistente en terminarlo en menos de 4 horas.

En conclusión, Bye Sweet Carole es uno de esos juegos que no solo solo se disfrutan jugando, sino también viéndolo gracias a su elaborado apartado visual que rebosa de muchísimos detalles tanto en la animación de los personajes como en los fondos y decorados que tiene, todos ellos rebosantes de detalles.

Bye Sweet Carole ya se encuentra disponible para PlayStation 5, Nintendo Switch, Xbox Series X/S y PC.

Bye Sweet Carole

8.3 ¡Mola mucho!

Bye Sweet Carole nos propone una aventura de terror donde lo cándido y lo siniestro se dan de la mano en una bonita mezcla aderezada con una historia interesante, pero que sufre de algunas carencias derivadas de su control abrupto.

Lo mejor
  1. Su apartado artístico
  2. Su historia
Lo peor
  1. Bugs menores
  2. Algunas situaciones tediosas derivadas del control del personaje
  3. Los tiempos de carga excesivamente largos entre pantalla y pantalla
  • Historia 8
  • Jugabilidad 8
  • Apartado artístico 9
  • Apartado sonoro 8
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Los videojuegos, cine y música son mi pasión. Empecé a jugar con mi MSX y Game Boy, pasando a Megadrive para luego jugar a las consolas de Sony, de modo que mi base jugona es muy pixel art. Encantado de colaborar aquí y donde sea con tal de transmitir esta pasión al resto de la gente.

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