La niebla está densa, pero eso no ha impedido que consigamos traeros el análisis de Silent Hill f para Playstation 5, la nueva entrega de la famosa franquicia de Konami que debutó en 1999 para la veterana PSX y que tanto dio que hablar con la cancelación de su Silent Hills/PT de Hideo Kojima. En esta ocasión, nos alejamos mucho del pueblo que da nombre al juego para adentrarnos en tierras niponas durante la década de los 60s y un planteamiento de lo más interesante del que estamos seguros no dejará indiferente a nadie.
Después de un excelentísimo Silent Hill 2 Remake (al que nuestro equipo calificó con un merecidísimo 10), y esperando al anunciado y deseado Silent Hill Remake que seguramente llegue el año que viene, nos llega Silent Hill f, un juego que produjo mucho revuelo desde que vimos su primer tráiler.
¿Estará a la altura de sus anteriores entregas? ¡Acompañadnos en este análisis para descubrirlo!
Un pueblo llamado Silent Hill Ebisugakoa
Como hemos dicho antes, la acción se aleja mucho de ese pueblecito americano llamado Silent Hill para centrarse en un pequeño pueblo japonés de nombre Ebisugakoa. Silent Hill f es una aventura de terror y acción tridimensional en tercera persona donde controlamos a Hinako Shimizu, una chica que se nos presenta como una joven más alta que la media del resto de chicas de su edad y con una gran vitalidad y constitución, ya que desde bien pequeña deja patente el cómo le ha gustado siempre correr.
Esto se refleja bastante en la jugabilidad del juego, donde veremos a un personaje fuerte que, desde el primer momento en que consiga un arma, sabe defenderse a las mil maravillas de las diabólicas criaturas que atrae la niebla. Y es precisamente quizás este el que sea el punto débil y más controvertido del juego: Los combates, algo de lo que hablaremos más adelante.
Los toris, un elemento con una alta importancia mística en la cultura japonesaDesde los primeros minutos de juego veremos como la vida de Hinako no es fácil, ya que no comparte la filosofía de vida de una chica japonesa media de su edad (*cof*sumisa*cof*) además de que arrastra varios problemas desde su niñez, siendo los más destacados el vivir bajo la sombra de su admirada y querida hermana mayor y el de que su padre sea duro y muy autoritario. Por si esto fuera poco, también veremos como algo no va del todo bien con varios de sus compañeros de estudio.Pese a todo esto, Hinako intenta disfrutar de lo que parece una tarde normal con sus amigos cuando aparece una misteriosa niebla que trae consigo una súbita y misteriosa aparición de flores rojas que arrasan todo a su paso… y hasta aquí voy a leer, ya que considero que lo más importante de este Silent Hill f es su trama, trama que sabe mantener al espectador expectante y con un continuo «¿PERO QUÉ &%$% ESTÁ PASANDO?» en su cabeza hasta que, poco a poco, vamos viendo cómo se va resolviendo la historia.
Sobreviviendo a la niebla
El juego no podría empezar de mejor forma: Nos sentiremos en una situación de indefensión total pudiendo solo correr, esquivar y escondernos de los grotescos enemigos que nos persiguen, y ya ni hablemos de cuando nos encontremos con alguno de ellos en alguna zona cerrada o con poco espacio para maniobrar, traduciéndose todo esto la típica sensación de agobio y vulnerabilidad que todo survival horror tiene.
Sin embargo, esta sensación se diluye en cuanto consigamos nuestro primer arma, puesto que veremos a una quizás demasiado poderosa Hinako (al menos, demasiado para un survival horror) a la que se le hace muy cómodo y nada desafiante eliminar a todos los enemigos. En cuanto eliminemos 3 o cuatro enemigos, y aprendamos sus patrones de ataque, acabar con ellos será coser y cantar.
Y es que si de algo peca además este juego es de la forma en que abusa de la cantidad y frecuencia de los combates y enfrentamientos enemigos, dejando entrever cómo Konami ha decidido alejarse del terror apostando fuertemente por la acción, además, con un sistema que es fácil y tal vez demasiado cómodo de manejar.
¿Hay sustos? Sí, los hay; a los famosos jumpscares se producirán situaciones bastante mal rolleras, pero nada que ver con los vividos en entregas anteriores en los que realmente temíamos encontrarnos cruzarnos con algún enemigo.
Además, en cuanto empecemos el primer combate veremos elementos bastante presentes en un soulslike de libro: Ataque débil (rápido, pero que hace poco daño), ataque fuerte (más letal, pero que tarda mucho en ejecutarse y que, de fallar, nos dejará muy expuesto), la antes mencionada esquiva, una barra de estamina que irá mermando en función de cualquiera de las acciones anteriores, la tradicional barra de vida y como novedad una barra de cordura. Además, si nuestros reflejos son lo bastante buenos, Hisako podrá contratacar si realiza un ataque fuerte en el momento adecuado, algo que facilita enormemente los enfrentamientos.
Hablando de la novedosa barra de cordura, diremos que se trata de un elemento que añade una capa extra de dificultad al juego. La cordura mide la salud mental de Hisako, que mermará cuando se encuentre en una situación de estrés o peligro claro como bien puede ser un enfrentamiento enemigo, el recibir daño de determinados rivales o al entrar en una zona de flores rojas. Cuando esta se agota, empezará a bajar nuestra salud, de modo que es importante mantener un ojo alerta y rellenarla, si es necesario, con consumibles.
Afortunadamente, esta se rellenará también automáticamente al salir de esas situaciones o al descansar en los santuarios para grabar partida (esto solo en determinados niveles de dificultad). La barra de cordura además se podrá utilizar de forma ofensiva, consumiéndola al pulsar el botón de concentración para así rellenar una barra que, de conseguirlo, servirá para realizar ataques demoledores que hacen muchísimo daño a los enemigos. Decir que si nos golpean en esta situación de carga perderemos cordura extra, ¡así que ojo!
Hisako, en compases avanzados del juego, podrá mejorar sus estadísticas: Tanto su barra de cordura, salud, resistencia o cantidad máxima de omamoris con que equiparse. Los omamoris son talismanes que dotarán a Hisako de diferentes habilidades, como recuperar vida al recoger objetos o que las armas aumenten su durabilidad (porque sí, las armas se desgastan y se terminan rompiendo en este juego).
Estos omamoris pueden cambiar significativamente la jugabilidad de la partida con una Hisako más dura o más resistente, si queréis conseguir todos y muchas más cosas, no dejéis de echar un ojo a nuestra guía de Silent Hill f. Finalmente, en los santuarios antes mencionados donde grabar partida, también podremos sacrificar la mayoría de los objetos para obtener fe, que es la divisa del juego para ir comprando objetos, como por ejemplo los mencionados omamoris.
Dos mundos: Real y onírico
Todo aquel que haya jugado a un juego de la franquicia Silent Hill sabe que la trama se desarrolla entre dos mundos, el de la niebla y el oxidado. En Silent Hill f esto es parecido, pero con diferencias. Por un lado, tenemos el mundo real donde las flores rojas hacen presencia, y por otro, hay un mundo oscuro, cuasi onírico, que trascurre en el subconsciente de Hisako.
Como detalle, diremos que muchos decorados, seguramente por transcurrir la acción en Japón, nos han recordado mucho a los juegos de la franquicia Fatal Frame, eso sí, sin que Hisako sea tan pánfila como lo son las protagonistas de Fatal Frame.
Una niebla bella y aterradora a partes iguales
Si en algo sobresale Silent Hill f es en lo espectacular de su apartado artístico. Desde el principio del juego, queda patente la decisión de alejarse del óxido y la decrepitud que emanaba el pueblo estadounidense Silent Hill y al que nos tiene acostumbrada Konami. En su lugar, la saga apuesta por una novedad que emana una belleza sobrecogedora a la par de terrorífica: Las flores rojas que invaden toda Ebisukagoa, una decisión que, sin duda, dividirá a los usuarios a partes iguales.
Personalmente, como fan de la franquicia, me encuentro dividido entre la nostalgia de extrañar el óxido y su ambiente angustioso, y este nuevo cambio que, admito, le sienta de fábula. Es inevitable no perderte con la belleza del contraste que da el color rojo de las flores con los tonos apagados y tristes de la villa japonesa.
Aparte de los escenarios y entornos, tenemos unos excelentes diseños de los enemigos del juego, sobrecogedores a más no poder y con unos movimientos que erizan la piel y te quitan el hipo. Lamentablemente, y como hemos dicho antes, les pierdes un poco el respeto en cuanto acabas con dos o tres el mismo tipo, ya que el combate en sí evoluciona muy poco (por no decir nada) y los patrones de ataques son bastante previsibles y fácilmente esquivables.
El juego en PS5 se puede disfrutar en los característicos modos rendimiento, en los que se priorizan los FPS siendo estos muy estables sin apenas tirones o caídas de frames que afectes a la partida, y su modo calidad para todo aquel que prefiere disfrutar de gráficos 4K. Nosotros, como siempre, preferimos el modo rendimiento, algo importante, sobre todo, en juegos en los que hay timing o requiere esquivar a menudo para sobrevivir.
Respecto al apartado sonoro diremos que, una vez más, este corre a mano del fabuloso Akira Yamaoka, una eminencia en el mundo de los videojuegos y una constante (salvo algún que otro título) en la saga. Las partituras se oirán muy japoneses y tradicionales, pero si prestas atención y escuchas detenidamente notarás cómo Akira ha sabido dejar su huella en ellas y las reconocerás al vuelo (a mí algún que otro tema me ha recordado, levemente, a temas del Silent Hill 2). Los efectos de sonido serán espectaculares, destacando los sonidos de carne cortándose, pisadas en diferentes sustancias viscosas y una inmersión extra gracias a los soniditos que salen del altavoz Dualsense.
Silent Hill f al desarrollarse en una aldea japonesa, y para mejorar la inmersión, se encuentra doblado al idioma nipón. Afortunadamente, todos los textos del juego se encuentran en varios idiomas entre los que se encuentra el español.
Conclusión
Silent Hill f nos ofrece una estupenda aventura de terror que lejos tiene que ver con la franquicia original, pero que como parte positiva diremos que nos ofrece un muy buen juego con un apartado gráfico y sonoro sobresaliente y una jugabilidad centrada en la acción y que se aleja de esa de antaño que nos obligaba a resetear partida y habíamos recibido mucho daño.
Un juego muy accesible, tal vez demasiado, y cuyo lastre quizás sea su propio nombre ya que quizás, de haberse llamado de otra manera, nos encontraríamos con una IP nueva que para nada necesitaría del legado Silent Hill para hacerse un hueco en las ventas. El juego cuenta con varios modos de dificultad, aunque diremos que el básico nos ha parecido muy sencillo. También permite elegir el nivel de dificultad de los puzles, donde diremos que hemos encontrado en estos una curva muy irregular, siendo algunos muy absurdos e ilógicos y otros demasiado sencillos.
Con todo esto lo que queremos dejar claro a todo fan de la franquicia es que Silent Hill f se aleja de sus orígenes survival horror para centrarse mucho en la acción y en los enfrentamientos enemigos, dándonos un buen juego de acción con momentos muy mal rolleros y algún que otro susto puntual por aparición súbita de enemigos, por lo que es mejor verlo como un muy buen juego aparte y que seguro os hará disfrutar.
Un título que además te invita a rejugarlo para poder ver los hasta 5 finales que tiene y cuya primera finalización nos puede llevar fácilmente 10-12 horas. Mencionar que con las nuevas partidas + la historia tiene extras que ayudar a entender mejor la historia y que animan al jugador a rejugarlo.
Silent Hill f ya se encuentra disponible para PS5, Xbox Series X/S y PC vía Steam, Epic Sore y Windows.
Silent Hill f
Silent Hill f nos ofrece una estupenda aventura de terror alejada de la franquicia original. El juego cuenta con un apartado gráfico y sonoro sobresaliente y una jugabilidad centrada en la acción.
Lo mejor
- Apartado artístico
- Apartado sonoro
- La historia
Lo peor
- El terror se diluye con tanta acción
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Historia
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Jugabilidad
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Apartado artístico
-
Apartado sonoro