Hoy os traemos un reportaje sobre aquellas pelícuas que sembraron algo más que
la discordia en las salas de cine. Algunos de estos títulos fueron censurados
antes incluso de su estreno. ¿Las razones? El halo de polémica que algunas
películas ya tenían implícito, previamente a su proyección en las grandes
salas. En otros casos, fue el contenido y las cuestiones que planteaban,
alarmando e incomodando a más de un colectivo. En cualquier caso, te
proponemos una vuelta por algunas de estas cintas -tan aclamadas como
criticadas-, para descubrir los pormenores.
Luces, cámara y… ¡Acción!
La Vida de Brian
Corría el año 1979. My Sharona estaba pegando fuerte en
todas las emisoras, el Nobel de la Paz era para Teresa de Calcuta y
The Wall, de Pink Floyd, veía por fin la luz. Cosas del destino que
fuese ese mismo año cuando los británicos Monty Python estrenaban una
de sus obras más polémicas y divertidas,
La Vida de Brian. Tras su estreno, anécdota del ex Beatle
George Harrison
incluida -empeñó su casa para sufragar los 4 millones que faltaban de
presupuesto para la conclusión del film-, el título fue prohibido en 39
ayuntamientos británicos, censurada en Irlanda y Noruega y, cómo no, declarada
herejía y pecado por los grupos religiosos. Sin embargo,
La Vida de Brian terminó por ser la
4ª película más taquillera de toda Gran Bretaña aquel año. Y menudo
año. En taquillas sólo fue superada por Star Trek, Alien y
Moondraker. Pero, ¿qué la hacía tan especial y polémica? La cinta fue
ideada en base a nuestras propias debilidades como seres humanos. Si a
ello le añadimos una caricatura sobre el estado, la
política y, cómo no, la religión, tenemos los ingredientes
perfectos para una de las más grandes comedias de la Historia del Cine. En
aquel entonces ocasionó que muchos colectivos religiosos alzasen el grito al
cielo -qué paradógico- y la censurasen. Sin embargo, este título supuso una
nueva reinvención en la comedia cinematográfica. Este aspecto, junto con la
frescura que derrochaba todo el film y la caricatura hacia la
sociedad -estrenada en un año bastante movidito en temas políticos y
sociales-, fueron las claves para que esta obra maestra haya trascendido las
barreras del tiempo más que dignamente.
Todo un clásico de Semana Santa.
La Última Tentación de Cristo
Años más tarde, concretamente en 1988, Scorsese repetía tal
sacrílega hazaña.
La Última Tentación de Cristo
fue toda una
blasfemia hasta para el propio Juan Pablo II. Ahí queda eso. ¿Cuáles fueron los
motivos? Pudo haber sido la visión humana -de carne y hueso- con sus
debilidades, tentaciones y miedos de un
Jesucristo mucho más cercano e intimista. O también los
minutos en pantalla dedicados a María Magdalena, entre otros
personajes femeninos -aquello sí que fue una bomba, puesto que los papeles
femeninos no solían adquirir tanto protagonismo en un filme y estaban
encasillados en guiones vagos-. Aunque quizás -y a partir de aquí hay
spoilers-, lo que puso en tela de juicio la aceptación de esta película por parte de
los grupos religiosos, pudo haber sido el contexto y los
motivos por los que Cristo se aleja de Dios: una mujer. Y,
claro, esto fue un escándalo de agárrate para todos los religiosos -y
no tan religiosos-. No obstante, el arrepentimiento está presente al final, lo
que es probable que haya sido influido por los resquicios del extinto
Código Hays. De todos modos, la polémica está servida.
Un Perro Andaluz, La Edad de Oro y Viridiana
Pero si alguien sabe de polémica y controversia -social, religiosa y
política-, ése era Luis Buñuel. El cineasta español nos dejó grandes
títulos donde se plantean varias lecturas y cuestiones de todo tipo.
Un Perro Andaluz
(1929), cortometraje mudo -a partir de 1927 las películas
dejaron de ser mudas de manera progresiva- realizado en colaboración con
el artista
Salvador Dalí, es heredero de la corriente
surrealista. Resulta un corto muy interesante, puesto que partiendo de las pretensiones
del surrealismo,
transgrede las normas y los esquemas narrativos de entonces. Pero lo
realmente inquietante es la dosis de violencia y brutalidad que,
como espectadores, nos vamos a encontrar. Corto pero intenso. Estrenada
un año después y en tándem con Dalí,
La Edad de Oro, incluye metáforas, alegorías y planteamientos -aunque
con una alta dosis de surrealismo artístico- más que suficientes para su
prohibición por varios grupos religiosos y políticos. Pero quizás, lo
realmente inquietante de este título, es el enfoque desde el que se
abordan y se cuestionan estos aspectos. En tan sólo
62 minutos tendremos
violencia, sexo, clero, humor y decadencia. Años después, en
1961, se estrenaba
Viridiana y, aunque ya no de manera tan -tan tan- explícita, Buñuel continuará con la
tradición de ofrecer otros puntos de vista -por así decirlo- en temas
religiosos y morales. Amén.
El Último Tango en París
Pero si hablamos de polémica, no podríamos olvidarnos de
Bernardo Bertolucci. En 1972, con
El Último Tango en París, sellaba el destino de una jovencísima María Schneider al rodar
-sin su consentimiento- una de las escenas de violación más
controvertidas del siglo XX. Este título contenía todos los ingredientes para
ser censurada en un número importante de países, sin embargo, fue proyectada
en muchas salas de cine. En Chile y Brasil estuvo censurada y su
estreno se postergó años después, al igual que en España –en esta
ocasión debido a la censura franquista–, donde no se estrenó hasta el
año 1977. Mientras que en Italia fue prohibida directamente y
llevada a los tribunales por esa misma escena de violación. En 1987 se
incluyó en la lista negra y no se emitió en el país italiano hasta el
año 2019. Por su parte, el título contenía además una
lectura que, en plena actualidad, escandalizaría a más de una
persona. La notable diferencia de edad entre la pareja de actores
principales -Brando (48) y Schneider (19)-, que mantenían un idilio
erótico-sexual en la ficción, ya tenía que haber hecho saltar las alarmas. Sin
embargo, como espectadores, seremos partícipes de la toxidad de esa
relación, además de la búsqueda del dominio y control sobre el
personaje femenino. ¿El resultado?
Bertolucci aclamado como maestro,
Brando nominado al Óscar y al BAFTA como mejor actor, y
Schneider en clínicas de rehabilitación mental planteándose su suicidio.
Fotograma de El Último Tango en París (1972). |
La Calumnia
Si al principio mencionábamos el alcance y repercusión de las normas de
Hollywood, cuando se rodó
La Calumnia
(1961), de William Wyler, el Código Hays todavía estaba
vigente. Este código alteraba el tratamiento y la resolución que se le daban
a las distintas situaciones o tramas que se presentaban a través del
celuloide, aleccionando, advirtiendo, emendando o
condenando este tipo de acciones o comportamientos. En este film, la
relación amorosa entre sus protagonistas -directoras de una escuela- Karen
(Audrey Hepburn) y Martha (Shirley MacLaine) se resuelve de manera drástica.
En la década de los sesenta, la homosexualidad todavía era un tabú,
lo que no dejaba margen a Hollywood para propiciar finales felices en torno
a ello. No obstante hubo algunos precedentes dignos de mención, como
el film francés
Les diaboliques
(1955), de Henri-Georges Clouzot. Y, en plena época del destape, en
la España de 1977 se estrenaba
Me Siento Extraña, de Enrique Martí Marqueda. Éxito rotundo de taquilla aquel año e
interpretada por Rocío Dúrcal y Bárbara Rey, dió de qué hablar
lo suyo, entre escenas de sexo, violaciones y relaciones tempestuosas. ¡Ah!
Y, además, tendremos algún que otro easter egg.
Fotograma de La Calumnia (1961). |
Contra la Pared
Si de sexo y autodestrucción va la cosa,
Contra la Pared
(2004), del cineasta alemán Fatih Akin, no podía faltar. Aquí, tanto la
lectura como el enfoque distan mucho del título anterior. Akin nos sitúa la
acción en Estambul, donde nos cuenta la historia de una pareja que se conoce
en un momento crucial de sus vidas. Cahit, viudo y toxicómano. Sibel, joven y
con ansias de libertad, desenfreno y de experimentar con la vida. Ambos
inician una abrupta historia de amor, que terminará por arrastrar
también al espectador. ¿La polémica? En la crítica y
denuncia hacia un tipo de sociedad misógina y tradicional
musulmana, hacia la abismal desigualdad social en algunos estratos de
la población y, cómo no, la propia violencia de la calle -sí,
violación también incluida aunque, en este caso, seremos partícipes de
una crudeza no apta para todos los ojos-. Contra la pared, no sólo es un
derroche visual
estremecedor, si no también una fuerte crítica social, sin tapujos ni
edulcolorantes, hacia problemas de gran calado.
La Piel que Habito
Almodóvar no podía faltar en esta lista.
La Piel que Habito
(2011) posee una de esas dobles lecturas -puede que más-, que son posibles de
cuestionar si hacemos el visionado de la misma prestando atención a los
detalles que se van introduciendo en la trama. Me explico y, a partir de este
punto hay spoilers: hay violación y venganza, sí. ¿Es lo correcto? ¿Es excesiva esta
venganza? Pero lo que es más, ¿hay normalización en este tipo de violaciones
hacia los personajes femeninos? Porque también tenemos al violador violado
-previa transformación en mujer-. Podríamos además, plantearnos otro tipo de
cuestiones éticas, un tanto escabrosas, que el cineasta manchego nos
introduce en esta cinta. De cualquier manera,
La Piel que Habito no nos dejará para nada indiferentes.
Fotograma de La Piel que Habito (2011). |
Showgirls
Y si de indiferencia va la cosa, que se lo digan al director de cine
Paul Verhoeven cuando la crítica estaba hundiendo y sangrando a
Elizabeth Berkley por su interpretación en
Showgirls (1995). Es más, cuando la actriz fue «galardonada» con 7 Premios Razzies,
Verhoeven subía encantado a recoger los premios. Lo interesante de este film
recae en la polémica que se originó en torno al
alto contenido de desnudos y escenas subidas de tono, mientras que la
crítica al sistema y a la industria del espectáculo fue olvidándose sin pena
ni gloria –apología de la prostitución incluida-. Pero nada más allá de
lo que ocurrió con Instinto Básico (1992) u otros títulos como
Striptease (1996) -donde el papel de Demi Moore había
sido ideado prácticamente para deleite del público masculino-. En contra de la
opinión de la crítica, sí se deja ver y hay cosas mucho peores.
Fotograma de Showgirls (1995). |
Bonus: Amor
No podría terminar esta lista sin incluir, al menos, alguno de los trabajos de
Michael Haneke. El cineasta alemán tiene a sus espaldas títulos
realmente controvertidos y no aptos para todos los públicos y mentalidades. Yo
tuve la ocasión de asistir a una entrevista que concedió en el campus de mi
universidad allá por el 2013, con motivo de la entrega de los
Premios Princesa de Asturias de las Artes. Entrevista, por cierto, muy
reveladora. Haneke posee una cualidad escepcional a la hora de
plantear dilemas y cuestiones morales, con sutileza o sin miramientos,
y llevarlos a la gran pantalla. Apreciada cualidad para remover a
cualquier valiente espectador que se atreva a adentrarse y profundizar
en su obra. Con motivo de aquella esperada entrevista, aquella misma tarde se
proyecto una de sus últimas obras,
Amor (2012). Y desde entonces, gracias a Haneke y a su capacidad de ahondar en las
profundidades del espectador, abordo la senectud desde una perspectiva
inminente, como un futuro que tarde o temprano nos alcanzará y que no
podremos evitar. Crudeza pura de la vida misma y desconsoladamente
irremediable.
Fotograma de Amor (2012). |
Hasta aquí este top de películas más polémicas y controvertidas que he recopilado para Chicas Gamers. Si echas en falta algún título, te invito a que dejes en comentarios las películas que te hubiese gustado ver en la lista y si te van las emociones fuertes, no te pierdas este listado con las cintas más impactantes del cine.
4 comentarios
Genial Sandra!!! Te agrego una a manera de recomendación "AMORES PERROS" peli, mejicana de fines del año 2000
Gracias Edgardo!!
Muy buen aporte.
Un abrazo 😉
buena lista.
algunas las vi y tomo nota de las que me falta ver.
Gracias!!
La semana que viene publicaremos otro repor (sin ninguna censura) sobre las películas más impactantes y perturbadoras.
No te lo pierdas 😉