Comprar un PC gaming, especialmente si es tu primera vez, puede resultar una tarea desafiante. Son muchos aspectos los que hay que tener en cuenta, y al fin y al cabo, no es una inversión precisamente barata, por lo que es natural tener miedo a cometer alguna equivocación.
Para ayudarte evitarlo, en este post vamos a exponer algunos de los errores más comunes que se suelen cometer al elegir ordenador, ya sea prefabricado o por piezas.
Se trata de errores extraídos de mi propia experiencia y otros que he visto innumerables veces en las consultas que me hacen llegar los lectores de mi página web, GamerPC.es, donde escribo sobre hardware y gaming.
Sin más, estos son los principales errores que debes evitar:
Emparejar un procesador muy potente con una gráfica de gama baja
Sin duda, este es el error más común en las consultas de mis lectores.
Gastar más de la cuenta en un procesador o CPU de gama alta y dejar las migajas para la tarjeta gráfica hará que tengas un PC descompensado que no te dará un buen rendimiento.
La tarjeta gráfica es el componente más importante de todo PC gaming, por lo que siempre es buena idea elegirla en primer lugar, incluso antes que el procesador, y dedicarle en torno al 20 % o 30 % del presupuesto total que tengas.
Mi consejo es que solo compres un procesador de gama alta (Intel Core i7, Ryzen 7 o superior) si tienes presupuesto de sobra como para no tener recortar en la gráfica, o si también vas a usar tu PC para diseño gráfico, edición de vídeo, modelado en 3D u otras tareas que exijan mucho a la CPU.
Comprar una fuente de alimentación de baja calidad
Este es otro de los clásicos. Veo a gente que se gasta 300 euros en el procesador, 500 en la tarjeta gráfica, 150 en la placa base, y menos de 30 en la fuente de alimentación. ¿No te dan ganas de llorar?
Es cierto que la fuente de alimentación no te va a dar ningún FPS extra en tus partidas, pero es la encargada de proporcionar a los demás componentes la energía que necesitan, y por lo tanto, de dar estabilidad al sistema.
Además, muchos usuarios novatos se fijan solo en su potencia, y creen que cuanto mayor sea, mejor. Y claro, si ven un modelo de 750w por la mitad de precio que uno de 500w… ¿cuál crees que van a elegir?
Pero la realidad es que un PC básico-medio tiene suficiente con 450w-550w, y es preferible que esa energía la proporcione una fuente fiable.
Algunas marcas de confianza son Corsair, EVGA, Antec, Seasonic o Thermaltake, por citar los ejemplos más conocidos.
Pero eso tampoco quiere decir que tengas que gastarte una fortuna en la fuente. Hay modelos básicos de estas marcas por menos de 50 euros perfectamente válidos.
Otra cosa es que tengas pensado hacer overclocking al procesador. En ese caso, deberás comprar una fuente más potente y de más calidad.
No asegurarte de la compatibilidad de los componentes
Este punto solo se aplica, obviamente, a los ordenadores comprados por piezas o diseñados a medida.
Algunos de los errores de compatibilidad más frecuentes (y graves) son comprar una placa base de socket diferente al del procesador o de chipset no compatible, o una memoria RAM DDR3 para una placa que solo admita DDR4.
En otras ocasiones, el problema se debe a que ciertos componentes, especialmente la tarjeta gráfica o el disipador de la CPU, no entran en la caja.
Por eso, es fundamental que miremos bien las especificaciones de la torre, donde suelen venir detalladas las dimensiones máximas de las piezas que puede albergar.
Mi herramienta favorita para evitar sorpresas de última hora es el configurador de PCPartpicker.
Solo tienes que seleccionar los componentes que quieras para tu nuevo PC, y la página te mostrará un aviso o error en caso de incompatibilidad.
No tener en cuenta la resolución y tasa de refresco del monitor
Este dato es básico para comprar o configurar un PC gaming, por lo que resulta sorprendente que tanta gente lo pase por alto.
¿Vas a jugar en un monitor de 1080p y 60 Hz, o en uno de 1440p y 144 Hz? La tarjeta gráfica que necesitarás para un escenario y otro serán muy distintas.
Si tu gráfica es muy superior al monitor, estarás desaprovechando su potencial, ya que generará unos gráficos que tu monitor no será capaz de reproducir adecuadamente.
Si en cambio tienes un monitor de altas prestaciones y una gráfica de gama baja, el resultado será incluso peor, porque si intentas jugar en la resolución nativa del monitor, el rendimiento de tus juegos se verá muy perjudicado, hasta el punto de ser prácticamente injugables.
Por este motivo, debes intentar siempre alcanzar un buen equilibro entre ambos componentes.
No comprar un disco SSD desde el principio
Cuando salieron al mercado, los SSD eran un lujo solo al alcance de los bolsillos más exclusivos. Pero en los últimos años su precio ha bajado considerablemente.
Por ello, hoy en día hay pocos motivos para no instalar un disco SSD desde el principio. Claro que puedes añadirlo luego, pero eso conlleva una serie de molestias: abrir la caja, instalarlo, copiar el sistema operativo y los programas que quieras tener en él…
Solo veo justificable no hacerse con un SSD en aquellos casos en los que el presupuesto sea tan ajustado que su compra obligue a recortar en otros componentes vitales, como la fuente de alimentación, la gráfica o el procesador.
Los tiempos de carga se reducirán drásticamente, ¡y reiniciar el equipo nunca más te dará pereza!
Gastar más de la cuenta en el sistema de refrigeración
Tener un sistema de refrigeración líquida está muy bien, sobre todo si tienes una molona caja con ventana. ¿Pero realmente lo necesitas?
Si tu procesador tiene multiplicador bloqueado (es decir, si no soporta overclocking), en el 90 % de los casos es suficiente con el disipador que trae de serie.
Ahórrate el dinero que te cuesta un disipador extra e inviértelo en otros componentes.
No obstante, hay casos en los que sí puede ser recomendable instalar un sistema de refrigeración mejor. Por ejemplo, si la habitación en la que vas a tener el PC es muy calurosa, o si necesitas un ventilador más silencioso que el que la CPU trae incluido.
Y aun así, un disipador económico como el Be Quiet Pure Rock Slim o el popular Cooler Master Hyper 212X hará el trabajo a la perfección.
Dejarte llevar por la etiqueta «gaming»
Los productos «gaming» están por todos lados: cascos gaming, teclados gaming, ratones gaming, sillas gaming…
Sin embargo, al margen de algunos detalles estéticos o funcionalidades secundarias, no hay nada en ellos que justifique el sobreprecio que suelen llevar implícitos. Eso por no decir que algunos rayan en lo absurdo.
Lo mejor es que simplemente busques un producto de calidad y precio ajustado que cubra tus necesidades, sea para gaming o no: una silla de oficina ergonómica o unos buenos auriculares de uso general, por ejemplo, pueden ser más que suficientes.
En algunos casos, sin embargo, estos productos sí suelen contar con extras interesantes o incluso imprescindibles. Por ejemplo, los ratones gaming traen botones extra que te vendrán muy bien, y son más precisos que los normales.
Comprar con prisas y en una única tienda
Hay muchas tiendas fiables ahí afuera, sobre todo si hablamos de comercios online: Amazon, PcComponentes, Coolmod, Alternate, Aussar… Busca bien, y si es necesario, compra las piezas en varias de ellas, aunque siempre con cuidado de que los gastos de envío totales no se coman lo que te ahorras con la diferencia de precios.
Además del lugar, también es importante el momento de comprar.
Lo ideal es planear tu compra con suficiente antelación, y así tener unas semanas para ir aprovechando las diferentes ofertas y promociones que salgan.
Esto es especialmente aplicable si piensas comprar tu equipo en fechas próximas a grandes eventos de descuentos, como el Black Friday o el Amazon Prime Day.
En resumen
Estos son solo algunos de los errores más comunes que se suelen cometer a la hora de comprar un ordenador gaming.
Espero que este artículo te sirva para evitarlos, y que así puedas sacar el máximo partido a tu presupuesto.
Como ves, son muchas cosas las que hay que tener presentes, pero ese no es motivo para desanimarte o pensar que hay que ser un experto para elegir bien.
Lo importante es que tengas paciencia, te informes bien antes de dar el paso, y si tienes alguna duda, no lo dejes al azar. Existen muchas páginas y foros en los que puedes plantear tus preguntas y siempre habrá alguien dispuesto a ayudarte.
7 comentarios
Muy buen artículo, creo que la gente que quiera comprar un PC lo agradecerá porque son puntos claves.
Lo de no comprar en una única tienda está bien si lo vas a montar tú mismo. Si lo quieres ya montado toca comprar en una tienda y añadirle algunos componentes tú mismo después ya comprados dónde mejor salgan.
Creo que otro error habitual es la memoria. Es útil, pero meterle a día de hoy 32 Gb a un PC para jugar es gastar dinero de más salvo en casos extremos, cuando con 16 Gb, incluso con 8 Gb en la mayoría de los casos es suficiente.
También distinguir qué memoria poner, en cuántos módulos, que son esos numeritos que aparecen al lado de DDR 4 y cuándo es mejor que sean más altos (velocidad) y cuando más bajos (Cas Latency). Pero es que la memoria se las trae con todo lo que hay que tener en cuenta.
Lo dicho, muy buen artículo, enhorabuena.
¡Muchas gracias!
Es cierto que lo de comprar en varios sitios es mejor opción si vas a montar el PC tú mismo, pero también está la posibilidad de llevarlo a alguna tienda a que te lo monten (si no les importa que no les hayas comprado los componentes a ellos, que no debería, ya que al fin y al cabo les vas a pagar por el servicio), o recurrir a algún amigo manitas con experiencia.
Y sí, lo de la memoria daría para otro artículo…
Muy bien todo, desde mis humildes conocimientos creo que das unos consejos tan básicos que son muy necesarios!!
Tan sólo discrepo en una cosa: los SSD. Soy consciente de que estoy en el 0'0005% de la población que no acaba de enamorarse de ellos, pero la realidad es que he tenido siempre disco duro mecánico hasta hace bien poco, y sí, es un lujo eso de que arranque ahora mi PC en 7 segundos cuando antes lo hacía en unos 5 minutos de reloj. Pero eso, lo considero casi un lujo. Las aplicaciones se abren antes, pero vaya, de esperar 10 segundos a esperar 1 segundo tampoco es un sufrimiento muy excesivo.
Todo esto viene por mi pobreza de serie, que me ha llegado a ser muy rata. Los SSD tienen a día de hoy buenos precios, y no diré que no merecen la pena porque soy el primero que los tiene, pero los sigo viendo como algo un poco prescindible. Tal y como dices si hay que ajustar presupuesto, se puede vivir todavía con los mecánicos (aunque repito, soy el único que piensa así, la unanimidad es brutal a nivel mundial xDDD).
Por lo demás muy bien. Destacar lo de la disipación del PC. Un Cooler Master EVO 212 me da para hacer overclock en mi procesador (k, claro) y he pasado del 3'5GHz de stock a 4'3GHZ sin que la temperatura haya cambiado lo más mínimo.
Muy buena guía! Todos los consejos que das son los que yo daría ^^. Un saludo!
Muy buena aportación
Yo diría que un SSD es básico y si tienes algo más de presupuesto poner un M.2
Pero un SSD hoy en día es indispensable los HDD hacen cuello de botella, esta bien para almacenamiento … pero poco más
dos años tardé para comprar en partes y armar mi pc.buenos consejos, saludos.
Gracias, me alegro de que te haya gustado!
Yo los SSD también los consideraba casi como un lujo hasta hace nada… Pero con la gran bajada de precios que han experimentado en los últimos meses, ya no lo veo así. Aunque, como digo en el artículo, si el presupuesto es demasiado reducido, sí que creo que se puede (y se debe) prescindir de él.
Gracias amigo 🙂
Así es, los SATA están bien para actualizar equipos antiguos, pero para los nuevos, casi imprescindible que sea PCIe Nvme.