High School Dirty Secrets juego del estudio afincado en Barcelona Mitsuki Game Studio y distribuido por una experta en indies, JanduSoft, entra por los ojos rápido. Por los ojos de chavales que no han visto nunca a una mujer de verdad que no sea su madre, hermana o prima, claro. Una chica mona de atributos imposibles y dolorosos para la espalda en el típico instituto japonés, sombras raras y estética anime en 3D tirando a oscurete…
Piensas, aquí hay potencial. Kasuga nuestro protagonista, una chica o chico, o chique que despierta encerrada en su propio colegio después de no sé, ¿una fiesta no alcohólica para menores? Sin recordar nada y rodeada de fenómenos paranormales. Muy estilo Corpse Party o Paranormal High School Drama, pero no.
High School Dirty Secrets tiene atmósfera, sí. Tiene estética, claro. Tiene esa vibra de “waifu atrapada en un Silent Hill escolar”, pero luego empiezas a jugar y la experiencia es rígida, sustos prefabricados y un ritmo lento a rabiar. Al principio puedes sentir intriga. Pensar por qué estamos ahí, qué salió mal, qué nos ha traído a este oscuro instituto copiado de otros miles de institutos… A los 40 minutos de juego lo que piensas es si alguien testeo la jugabilidad o simplemente le dieron a “exportar”.
Críptico no significa profundo
Kasuga reciben mensajes en su smartphone, el cual podremos ver si nuestras tetas nos dejan, y que hará a la vez de mapa, inventario y buzón de amenazas pasivo-agresivas. Porque para qué inventar un menú de inventario pudiendo mirarnos las tetas cada 5 minutos no tenia sentido alguno. La idea era muy buena: convertir un objeto cotidiano en un elemento de tensión y linterna. En la práctica es una novela ligera de WhatsApp.
La mayoría de las revelaciones en High School Dirty Secrets llegan mediante mensaje en vez de por puesta de escena o cinemáticas. No sientes el terror ni lo descubres, te lo cuentan por escrito. Y cuando ya llevas 30 mensajes crípticos, el miedo se disipa y solo piensas: ¿Podemos jugar de una vez por todas?
El juego tiene fin (gracias a Dios) y finales múltiples (o eso nos han dicho). En verdad son solo un intento zafio de intentar dar re-jugabilidad, pero que están enterrados bajo una historia confusa y una protagonista que no sabe ni quien es mas allá del tamaño de sus pechos. Sabemos que Kasuga es una popu y que tiene un pasado oscuro, pero la verdad que no llega a importarnos para nada.
El verdadero terror es lo rígido que es todo
High School Dirty Secrets mezcla primera y tercera persona, lo que hará que nos parezca dinámico, pero en realidad lo único que hace es romper la inmersión. Es un simple ejercicio de clase donde el profesor nos obligó a demostrar que sabíamos cambiar de cámara. Ojo, la transición es super suave, pero la utilidad nula.

En tercera persona no podemos actuar con los objetos, ni abrir puertas, ni coger ni leer cosas, no podemos mirar el móvil (para eso tiene que ser primera persona de pechuga), no podemos usar la linterna. Vamos, que sirve para hacer capturas de una muñeca siliconada en minifalda (que por cierto estaría prohibida en cualquier instituto real japonés).
Puzles sacados del manual de puzles
Si has ido de cualquier escape room, los puzles de High School Dirty Secrets no van a suponer ningún tipo de desafío para ti. Son los típicos de: encuentra la llave, descifra el código, pulsa los botones en orden y Simón dice con colorines. Son lineales, predecibles y sin ninguna integración emocional con la historia.
Porque lógicamente encontrarte runas vikingas escritas en las taquillas de los vestuarios en Japón es lo más lógico del mundo, porque todo el mundo sabe que los espíritus japoneses van al Valhalla y luego vuelven a Japón a hacerte sufrir por ese idioma que no te dieron en la escuela porque es europeo y para Japón de Europa solo existe Francia y el flamenco.
¡Dame mi colirio compañera!
Cuando aparecen entidades para-anormales (perdón), las mecánicas de huida son primitivas (follow object). No hay escondites interesantes, ni rutas alternativas. Simplemente es seguir un patrón hasta que sales del rango de seguimiento de la IA básica de Unity. Nos quejamos de las IAs, pero desde luego High School Dirty Secrets necesita una de verdad.
¿La parte divertida? Puedes ponerte a dar vueltas alrededor de un bloque de pupitres amueblados (¿por qué a los fantasmas les gusta jugar a la jenga?) y hacer que la IA te persiga como un perro sigue una salchicha atada a su cola con una cuerda. Eres Kasuga, la popu del insti diciéndole a tu excompi víctima de abusos: ¡¡A que no me pillaaaaas!!
La belleza de lo que no se ve
Vamos a decir que vale, que la estética de High School Dirty Secrets funciona y el 3D no es el peor que hemos visto, pero es muy fácil jugar con ambientes aburridos y sosos si todo lo que lo ilumina es la luz tenue de la luna y nuestra linterna del móvil.
Linterna que por cierto parpadea, supongo que será por los golpes que tiene el móvil (chica, eres la popu del insti, dile a tus padres que te compren un móvil nuevo) y nos da cierta esencia de terror, si no fuera porque no vamos a encontramos nada de cara a esa luz que realmente nos dé miedo. Y mira que el terror japonés da miedo, pero claro, este juego no es de terror japonés, es terror “sexy” (¿eso existe?).
El sonido en High School Dirty Secrets no es malo tampoco. Efectos correctos, música tensa, golpes de audio repentinos que… deberían funcionar si no fuera porque intentar meternos el miedo con jumpscares cada 3 minutos no es el método correcto. El terror se cocina lento, con silencios incómodos, con sonidos distantes que no sabes si son reales o no.
Última mención a la “traducción” y lo pongo con comillas porque parece que ha sido hecha con IA y NO ha sido revisada por nadie. Si no, no tendría la duda de si Kasuga es mujer, hombre o no binarie, ya que se refiere a ella como él, en femenino. Supongo que quizás al principio iba a ser un señor protagonista y decidieron cambiar ¿pechos por pechotes?

A parte de muchos textos sin traducir mostrados directamente en inglés. Siendo High School Dirty Secrets un juego con base en Barcelona, nos parece una falta de respeto que la traducción no esté bien hecha. Que ni siquiera tiene catalán, té cullons.
Tendrían que haber repetido curso
High School Dirty Secrets tenía una premisa “atractiva”, un estilo visual con gancho y una ambientación con potencial para un juego de terror escolar memorable. Pero la ejecución falla en casi todo lo que importa en un juego de este tipo: ritmo, diseño de puzles, controles, integración narrativa y construcción del terror.
Es disfrutable si lo que quieres es una estética de anime oscuro con niñas en ropa interior que te aguante un par de directos para tus seguidores incels, o si buscas una aventura ligera para jugar mientras ves Operación Triunfo de fondo. Pero si esperas terror psicológico, una trama bien hilada (hilada a secas) o puzles que te hagan rascarte la cabeza… este instituto te va a decepcionar.
Si no fuera porque no es el primer juego de Mitsuki Game Studio pensaríamos que es un juego hecho como trabajo final de un grado de videojuegos. Correcto, con bugs sin arreglar y sin mucho sentido como grupo, pero que se ve bien y tiene sus cosas bien hechas.
High School Dirty Secrets está ya disponible en PC Steam y PlayStation 5.
Este juego ha sido analizado en un ordenador de las siguientes características:- Sistema Operativo: Windows 11 Pro 24H2
- Procesador: AMD Ryzen 7 7800X3D CPU @ 5.00Ghz
- Memoria RAM: 64GB DDR5 6000Mhz
- Disco Duro: SSD 600Mbs
- Tarjeta Gráfica: NVIDIA Geforce RTX 5070 Ti 16GB
High School Dirty Secrets
Si te gusta ver niñas en bragas con los ojos tomados por la conjuntivitis en un instituto completamente vacío y lleno de cosas raras porque sí, este es tu juego. No tienes que pensar mucho, ni ser hábil con el mando, solo existir.
Lo mejor
- Buena ambientación
- Está en español
Lo peor
- La traducción parece hecha por IA
- No da miedo
- Puzles sencillos y sin sentido
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Historia
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Jugabilidad
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Apartado artístico
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Apartado sonoro
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Rendimiento

