Desde las lejanas tierras de Hyrule os traemos el análisis de Legend of Zelda: Echoes of Wisdom para Nintendo Switch, primera aventura, al menos de forma canónica, de la princesa de Hyrule cuyo nombre ha encabezado más de una veintena de juegos, Zelda. Parece ser que Nintendo está, poco a poco, cediendo el testigo como protagonista a varios de sus personajes femeninos más insignes, como pudimos ver con la princesa Peach recientemente.
En esta ocasión, nos encontramos con una aventura que, lejos de pretender ser tan ambiciosa como su predecesora, nos ofrece una nueva forma de afrontar los peligros con mecánicas frescas y originales cara a resolver el misterio que hay tras las fallas interdimensionales, una serie de abismos que, poco a poco, están engullendo todo Hyrule, incluyendo a sus habitantes.
Como hemos dicho antes, en Echoes of Wisdom no será responsabilidad de Link el sacar las castañas del fuego al reino sino de Zelda acompañada de una misteriosa criatura de nombre Tri y armada con un báculo con el poder de replicar cosas. ¿Serán capaces de salir airosas de esta aventura? ¿Vale la pena intentarlo?
Zelda rescatada y al rescate
Al igual que ocurre en Legend of Zelda: Tears of the Kingdom, nada más arrancar el juego dará comienzo la aventura, sin mediar menú de ningún tipo ni opciones que elegir. Controlaremos al incombustible héroe de Hyrule, Link, que se infiltra en una mazmorra atestada de monstruos para rescatar a Zelda y truncar los planes del malvado Ganon. Y aunque en teoría el bien siempre gana, en esta ocasión todo dará un giro inesperado cuando se abre una gigantesca brecha mística que consume a Link antes de poder cumplir su cometido… O eso cree él, ya que con sus últimos esfuerzos consigue lanzar una flecha que mella la cárcel de cristal que mantiene a Zelda prisionera.
Y aunque Link no llega a presenciarlo, Zelda consigue escapar de su encierro antes de que la brecha, que empieza a expandirse a gran velocidad, también la engulla. Zelda pronto conocerá un misterioso ser llamado Tri, quien la dará un báculo con el poder de replicar (crear copias de diversos objetos y/o enemigos) y la animará a averiguar cuál es el misterio que encierran las brechas y a sellarlas para así poder rescatar a los habitantes que Hyrule que ha ido devorando.
Y así da comienzo The Legend of Zelda: Echoes of Wisdom, una nueva entrega de la saga Zelda de corte clásico que apuesta por una vuelta a los orígenes y que hará que recordemos con morriña a los grandes de la generación de 8/16 bits como lo fue en su momento Zelda: Link´s Awakening para la Game Boy, juego del que, por cierto, tuvimos un fiel remake para Nintendo Switch en 2019 y del que claramente se ha inspirado, al menos en cuanto a estilo artístico y jugable se refiere. Así pues, y para quienes no lo sepan, estamos hablando de una aventura con vista cenital cuya piedra angular es la exploración y la resolución de puzles.
Al contrario que Zelda: Breath of the Wild/Tears of the Kingdom, superproducciones triple A y grandes aventuras con un gran número de años de desarrollo en su haber (y que pueden considerarse de los títulos más grandes de la franquicia como también lo fueron Zelda: Ocarina of Time o Zelda: Skyward Sword), Nintendo apuesta por un título modesto a nivel de desarrollo y tal vez menos ambicioso, pero, no por ello, menos divertido ni menos interesante de conocer. Como curiosidad, diré que, por primera vez en la historia de la franquicia, cuenta con una mujer que ha participado en su dirección, Tomomi Sano (aunque no en exclusividad, ya que Satoshi Terada también ha participado en su dirección).
El poder del báculo replicante: Replicando que es gerundio
Y aunque nos encontremos con un Zelda más tradicional, Echoes of Wisdom es lo suficientemente diferente como para brillar con luz propia y contar con una identidad diferenciadora. Lo primero de todo es que, pese a que el prólogo lo jugaremos con Link con sus habituales controles (espada, flechas, bombas…), en el momento que empecemos a controlar a nuestra heroína descubriremos como poco tienen que ver sus habilidades con las del famoso espadachín.
Para empezar, en lugar tener una espada Zelda podrá hacer uso de su báculo mágico para invocar copias de lo que se vaya encontrando y registrando a medida que explore Hyrule: ¿Qué vemos una cama? ¡Pues a registrarla por si en un futuro nos hace falta! (¡¿Por «si nos hace falta»?! ¡Pero si hablamos del mejor objeto del juego! ¡Creedme!).
Zelda podrá registrar gran cantidad de objetos que encuentre y que emitan un particular brillo (rocas, jarrones, camas elásticas…) pero esta guisa no queda solo aquí, ya que también podrá registrar enemigos que haya derrotado previamente. De esta manera, su forma de atacar será de lo más curiosa, ya que, como miembro de la monarquía que es, ¿por qué iba a hacer ella el trabajo sucio y ensuciarse las manos cuando se puede usar el poder de replicar e invocar vasallos que lo hagan en su lugar? (siempre ha habido clases y «clases», incluso en Hyrule).
Y quizá la gran pega de toda esta mecánica jugable sea también su mayor virtud, y es la inmensa cantidad de cosas que hay para registrar frente a las pocas opciones para ordenarlas y buscarlas que hay (por orden de registrado, más usados, registrado por último lugar, etcetera); cosa que hará que al final usemos siempre las 3-4 mejores que tengamos y dejemos el resto relegados como simples coleccionables al más absoluto olvido.
Aún así, esto abre un gran abanico de posibilidades a la hora de enfrentarse ante una adversidad, ya que cada enemigo actuará y atacará con unos patrones diferentes, pudiendo ser muy efectivos en unas situaciones, pero unos completos patanes en otras. Esto nos obliga a estar pensado contantemente qué es lo que se adecua mejor a cada situación.
Además, la invocación de enemigos no se traslada solo a los enfrentamientos, ya que las capacidades únicas de algunos enemigos replicados, como son el ser ígneos, acuosos o explosivos, nos pueden ayudar, por ejemplo, a encender antorchas, apagarlas o romper objetos cara a resolver algún puzle (algunos nos obligarán a pensar qué criatura es la necesaria para poder acceder a algún cofre). Las físicas del juego tal vez no sean tan exquisitas como las del Tears of the Kingdom, pero se han cuidado lo suficiente como para que tengamos muy en cuenta cosas como la gravedad, la verticalidad o la inercia. Resumiendo: Replicar dota al juego de una gran versatilidad o formas diferentes de enfrentarse a un conflicto.
Por supuesto, el poder de invocación tiene sus límites, ya que cada personaje/objeto consume una determinada cantidad de energía (que se mide en triangulitos), de esta forma, si tenemos, imaginad, 4 triangulitos, podremos invocar 4 criaturas que consuman uno; o una gran criatura que consuma 4 (evidentemente, a más consume una criatura más poderosa será la réplica). ¿Qué ocurre si invocamos una nueva criatura cuando hemos gastado todo nuestro poder de réplica? Pues que la primera replica desaparece (o las dos primeras en caso que la nueva réplica consuma 2 triangulitos).
A medida que va avanzando la aventura los poderes de Tri aumentarán, y con ello aumentarán también la cantidad de triangulitos o bajarán los necesarios para replicar algo. El poder del báculo no queda solo ahí, ya que también tendrá la habilidad «poder vinculante», un poder con el que la princesa Zelda hará que los objetos vinculados repitan sus movimientos (o al revés, ó sea, Zelda el de ellos).
El poder vinculante será algo muy práctico de cara a enfrentarse a puzles o adversidades, por ejemplo, invocando una réplica para que luche contra un enemigo con la que nos hemos vinculado e inmovilizarlo vinculándonos con él (como lo oís, Zelda, cual matona de bar, sujetando a alguien por la espalda mientras otro le propina una buena tunda, ¡no veáis como las gasta la realeza en Hyrule!).
A medida que avance el juego, se irán introduciendo poco a poco nuevas mecánicas jugables, de las que tampoco queremos hablar para no romper el encanto, pero decir que éstas dan pie a nuevos puzles y formas de resolver las cosas, pero por enumerar una de ellas diremos únicamente la que se mostró en el tráiler de presentación del juego, donde vimos cómo Zelda, haciendo uso de una espada mágica, tiene la habilidad de transformarse, de forma temporal y limitada, en una heroína clon de Link. Un power-up de lo más original y novedoso que puede sacarnos las castañas del fuego en más de una ocasión.
A la hora facilitar los enfrentamientos con los enemigos, con un botón podremos fijar el objetivo para que los enemigos replicados tengan claro sobre quién centrar todos sus ataques. También se podrá centrar el objetivo sobre ciertos interruptores que no podamos alcanzar físicamente para que réplicas voladoras puedan accionarlos por nosotros, característica que, a voz de pronto, puede sonar como algo muy útil, pero que en realidad es algo que no está bien implementado del todo, dándose situaciones en las que costará que el juego sepa sobre donde queremos centrar el objetivo.
Exploración con libertad sin igual
Si algo me sorprendió nada más iniciar la aventura es que Zelda es capaz de saltar y de nadar sin necesidad de hacerse con objetos o power ups (al contrario que Link en otras aventuras, cpmo por ejemplo en Link´s Awakening, donde para poder hacerlo necesitaba hacerse con la pluma de Roc o con las aletas). Es precisamente el poder usar estas habilidades desde el inicio algo que abre al jugador todo un mundo que explorar casi desde el minuto uno (evidentemente con sus limitaciones para no poder adentrarnos demasiado en determinadas áreas). Por supuesto, existirán diferentes puntos de teletransporte para facilitarnos el movernos rápidamente por Hyrule.
Dichas habilidades se verán reforzadas gracias al poder de replicar que mencionamos anteriormente, donde a base de apilar muebles, podremos acceder a sitios altos. Y es que en Echoes of Wisdom se ha potenciado mucho la verticalidad hasta tal punto que veremos algunos objetos o cofres, aparentemente inaccesibles a primera vista, pero que si nos estrujamos los sesos y miramos los objetos que podemos replicar, seguramente terminemos dando con esa combinación para hacernos con ellos (si pongo una cama aquí, una palmera allá, uso el trampolín, pongo otra cama, etcétera).
Y es que dicha verticalidad queda patente en cuanto entramos en la primera falla interdimensional, donde estaremos en un enorme mapa distorsionado donde las cosas están en los lugares más inverosímiles y veremos cosas tan insólitas como son árboles plantados en paredes o ríos que fluyen de abajo a arriba.
Decir que gracias a este conglomerado de factores la exploración de este Hyrule nos ha parecido muy divertida y gratificante, y que mientras investigamos a lo largo y ancho del mapeado iremos encontrándonos con mini mazmorras en cuyos interiores descubriremos nuevos enemigos a los que enfrentarnos (y que registrar) u objetos que nos harán más sencilla la aventura, como son materiales para cocinar, piezas de equipo o piezas de corazón con las que subir nuestra vitalidad máxima. Por supuesto, también existirán mazmorras grandes de corte más tradicional, aunque si hemos de decir que a groso modo serán generalmente muy sencillas de acabar, dando muy pocos o casi ningún problema al jugador medio.
Respecto a las piezas de equipo antes mencionadas, Zelda irá haciéndose con diferentes objetos equipables que la beneficiarán con ciertas ventajas. Ejemplos serían una diadema que hará que aparezcan corazones con más facilidad, una aleta que hará que nade más rápido, una escama que nos dará una mayor capacidad para aguantar la respiración bajo el agua o una tiara para saltar más alto. También podremos hacernos con trajes con alguna habilidad exclusiva, como el de poder hablar con determinados animales (algunos podremos conseguirlos a través de amiibos).
Volveremos a tener las misiones secundarias donde los famosos NPCs de la serie nos narrarán sus desavenencias y nos pedirán sopitas cara a solucionar sus problemas cotidianos a modo de misiones secundarias (pero son todos tan monos que a ver quién es el guapo les dice que no….). La mayoría de estas misiones secundarías no aportan nada a la trama, pero sí valiosas recompensas que facilitarán el desarrollo de la aventura; además, casi todas ellas serán muy sencillas y breves de superar.
Respecto a los ingredientes que vayamos encontrando nos servirán para mezclarlos en diferentes puestos que hay en Hyrule y así crear zumos con diferentes propiedades (más resistencia al frio, más capacidad pulmonar bajo el agua, etc.), algo similar a lo vivido con las habilidades de cocina de Link en Tears of the Kingdom, pero abarcando una cantidad de combinaciones algo más modesta.
Y por supuesto no podían faltar las tiendas donde gastar las rupias que vayamos encontrando para conseguir desde valiosas piezas de equipo, a consumibles de cocina o potenciadores permanentes como son las preciadas piezas de corazón antes mencionadas.
Un Hyrule de lo más cuqui
Si algo llama la atención a simple vista, es el curioso y particular apartado gráfico y artístico que tiene esta nueva entrega de The Legend of Zelda donde volveremos a disfrutar de ese estilo artístico tan adorable y entrañable como el que disfrutamos en su momento con el remake de Zelda: Link´s Awakening. De este modo, volveremos a tener unos personajes estilo SD que tienen puntos negros por ojos (y que bien podrían hacer que los confundiéramos por Funkos) y a esos enemigos que dan ganas de matarlos a abrazos y achuchones de lo monos que son.
Pero no os dejéis engañar, pese a la primera impresión que pueda dar el juego de ser algo simple e infantil nada más lejos de la realidad, ya que bajo ese aspecto cándido e inocente nos encontraremos con unos personajes con unos modelados muy detallados, muy bien animados y sobre todo muy expresivos. Los escenarios no se quedan atrás, ya que contarán con gran lujo de detalles (especialmente los interiores de las tiendas/chozas/casas).
El apartado sonoro no se queda atrás, con una banda sonora con personalidad propia que interpreta melodías que incitan a la aventura y a la exploración usando instrumentos donde predominan las flautas y los violines y con alguna melodía tradicional camuflada y mezclada en una nueva (por supuesto, no podían faltarnos canciones como la nana de Zelda o el clásico tema de Overworld) y donde he de añadir que el tema principal del juego me parece muy bueno y muy pegadizo.
Tristemente, dejamos lo peor para el final ya que no podemos pasar por alto la parte negativa del título, donde veremos puntuales fallos de rendimiento con pequeñas caídas o picos en la tasa de framerate. Esto se observa especialmente en zonas abiertas o de transición entre escenarios, zonas donde el juego sufre una gran súbita carga de información, por ejemplo, cambiando de entorno. No es algo que estropee la jugabilidad, pero sí algo que está ahí y que empaña la experiencia (lo admito, soy un maniático de los FPS, que le vamos a hacer…). Curiosamente, si jugamos el juego en modo portátil dichos pequeños «tironcillos» se harán bastante menos notables.
Compatibilidad Amiibo
The Legend of Zelda: Echoes of Wisdom cuenta con compatibilidad amiibo que nos hará la aventura sustancialmente más sencilla, aunque si sois poseedores de todos los amiibos de la franquicia deberéis de ser bastante selectivos, ya que solo podremos pasar unos pocos al día (al contrario que en Tears of the Kingdom que podías pasarlos todos al menos una vez al día). Entre los objetos que pueden tocarnos encontraremos desde materiales para realizar diferentes zumos a objetos de equipo como trajes o accesorios.
Conclusión
Nintendo, tras dejarnos a una dieta severa de Zeldas tradicionales que ha durado un lustro (no sé a vosotros, pero a mí se me ha hecho una eternidad), nos sorprende con una nueva aventura que rezuma aroma añejo, pero a la vez con suficiente carisma como para brillar con luz propia. Un regreso al reino de Hyrule de mano de una princesa que bien demuestra que no necesita de ningún heroico Link que salve la situación, ya que se basta y maneja tan bien como su verde compañero. ¡Sí!, por primera vez no tendremos al verde héroe de Hyrule bajo nuestros Joycons (al menos no durante toda la aventura).
Una aventura sobresaliente que, lejos de pretender hacer sombra a sus hermanas mayores, sorprenderá a veteranos y divertirá a todo el mundo por igual durante las casi 20 horas que nos llevará acabarlo, y algo más si queremos explorar Hyrule al completo y desentrañar todos sus entresijos.
The Legend of Zelda: Echoes of Wisdom ya se encuentra disponible para Nintendo Switch tanto en formato físico como digital.
The Legend of Zelda: Echoes of Wisdom
Una nueva y divertida entrega de la franquicia Legend of Zelda de corte clásico pero protagonizado por la heroína que da nombre a la saga, la princesa Zelda.
Lo mejor
- Muy divertido y original
- Como se ha potenciado la exploración
- El apartado artístico
Lo peor
- Problemas de optimización (puntuales caídas de FPS)
- Para los más veteranos puede pecar de fácil
- El sistema de centrado
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Historia
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Jugabilidad
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Apartado artístico
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Apartado sonoro