Dawn of Fear, un videojuego desarrollado por el estudio valenciano Brokensite con el respaldo del programa de PS Talents. Un proyecto que quiere devolvernos al survival horror de los 90 en todos los sentidos, desde las mecánicas de juego con clásicos puzles, hasta gráficamente con cámaras fijas. Os recordamos que podéis echar un ojo a nuestra guía de Dawn of fear si os quedáis atascados en algún punto.
Imagínate que te llamas Álex y que parece que te ha mirado un tuerto. Las desgracias empezaron para Álex nada más nacer al morir su madre en el parto. Su padre consiguió rehacer su vida con otra mujer, un nuevo amor del que nació Max, medio hermano de Álex. La felicidad parecía volver a ser completa pero, de nuevo la desgracia persigue a Álex. Cuando viajaba en coche junto con su padre y su hermano, tienen un accidente del que solo Álex sobrevive. Su madrastra no puede soportar tanto dolor y acaba ingresada en un hospital psiquiátrico. Años después, Álex recibe una carta notificándole que su madrastra ha muerto y debe regresar a la casa que lo vio crecer para dar carpetazo a su pasado.
Con este drama familiar empieza Dawn of Fear.
Volver a los 90
Como amante incondicional del survival horror, tenía que analizar Dawn of Fear. El programa PS Talents ya nos ha ofrecido otras joyas del género como Injection Π23, cosa que es de agradecer en una industria donde tanto para empresas como para usuarios, parece que solo priman los blockbuster videojueguiles. Por supuesto, es el programa de PS Talents y poca gente tiene expectativas de equipos que probablemente estén desarrollando su primer título. Así es, no podemos decir que hay 3A en el catálogo de talents, estamos hablando de principiantes que durante meses trabajan como profesionales sin más apoyo que los equipos y campamentos.
Lo que más valoro cuando juego un talents, son las ideas. Se nota muchísimo la ilusión, frescura y esfuerzo para plasmarlas en un videojuegos. Dawn of Fear tiene su frescura en el gran homenaje que presta a juegos como Resident Evil, Silent Hill o Alone in the Dark. Esto puede sonar contradictorio ya que si algo está descaradamente basado en otra cosa, no es original, ¿no? Se supone que todo está inventado y que las diferencias radican en cómo se narra. En este punto destaca Dawn of Fear, tal y como promete el estudio en su perfil de Twitter «We make video games focused on the narrative».
En Dawn of Fear te puedes encontrar de todo y si eres como yo, mientras juegas vas a decir «¡oh, mira! ¡como en [juego de los 90]!». De entre todos los elementos rememorantes, con el que más me quedo ya que lo echo mucho de menos en los juegos de terror actuales, son las cámaras fijas. ¡Sí! Hacía mucho que no entraba a una habitación con temor a lo que podría haber en su interior. A saber, por los ruidos, que hay «algo» más adelante pero no puedo verlo. A sufrir de nuevo la angustia de que te persigan y sacrificar vida para avanzar porque tienes más botiquines que munición en el inventario.
Clásico hasta en los gráficos
Hasta en los gráficos se parece Dawn of Fear a las viejas glorias. Puede ser intencionado o simplemente una resignación técnica porque mejor tener un juego terminado que una ambición por soñar.
Si eres exigente, dirás que gráficamente es pobre, si eres amable, que los gráficos te hacen viajar al pasado. Por mi parte, no soy tan exigente, me interesa más una buena historia bien contada (la narrativa te puede sobresalir una historia regulera y estropear una buena) que un portento visual vacío. A ver, a ver qué piense como ejemplo… ¿os acordáis de The Order 1886? Pues eso.
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| Hola, ¿puede salir Alessa a jugar? |
Particularmente, me lo hace pasar peor un ruido que no sé si es una amenaza y un ambiente angustioso que un jumpscare, tan famosos ahora. Sí, habrá juegos que me hagan pegar botes por no esperarme el susto, pero no son los que me quitan el sueño. Visualmente Dawn of Fear proporciona esa atmósfera angustiosa. Tal vez le criticaría la iluminación, que resalta demasiado los recovecos de los escenarios y con ello denota como falta de pulido.
Esos… ruiditos
Además de las cámaras fijas, como ya he comentado, me he alegrado, y mucho, de volver a sentir pavor ante un ruidito, que puede ser un enemigo acechando o el vecino respirando. Eso en cuanto a los efectos de sonido, que aportan y mucho. Quizás estén demasiado altos, el primer jumpscare te lo puedes llevar la primera vez que recargues el arma… del ruido.
El hilo sonoro nos acompañará a veces durante la aventura y otras… no. Los silencios son incómodos e inseguros, porque si estás en calma y de repente suena música, ya estás pensando lo peor. ¡Sí! Brokensite quería que viviéramos con temor y los muy malditos lo han conseguido.
Elementos clásicos bien y mal logrados
Partiendo de que me encanta volver a disfrutar de elementos jugables que hoy día parecen olvidados, no puedo alabar la ejecución de algunos. Como por ejemplo, mi adorada cámara fija. Sí me encanta, pero a nivel jugable te puede llevar a la locura cuando cambias de escena, la dirección se resetea y acabas moviéndote como un cangrejo. He de añadir que mientras padeces el control te entra esa sensación de inutilidad que hace al juego aún más «survival».
La IA de los enemigos no es la más avanzada de su clase. Algunos monstruos que parecen ser letales son fáciles de esquivar y a veces se quedan atrapados en bucle en una esquina.
Porque lamentablemente, he de decir que el juego tiene bastantes bugs. Le falta en general mucho pulido, detalles que seguramente eviten fallos como texturas que desaparecen y aparecen por arte de magia.
Dentro de ese pulido también faltan acabados como la localización completa. Teniendo el idioma castellano seleccionado, hay partes del menú que me salían en inglés, por ejemplo.
Conclusión sobre Dawn of Fear
Invitaría a todos los fans de los survival horror clásicos a que jugara Dawn of Fear. Puede que luego me odien o no, pero indiferente no va a dejar a nadie. Pese a esos fallos técnicos, el juego cumple su cometido, que es hacernos pasarlo bien, pasándolo mal.
Hay que ser consciente de que Dawn of Fear nos quiere conquistar por sus puzles, mecánicas y ambiente, pero sobre todo, quiere matarnos de nostalgia terrorífica. En mi humilde opinión, merece la pena pasarlo mal un buen rato, además de apoyar a desarrolladores valencianos por 19,99 € que vale en la PS Store.
Básicamente, ¿eres un 3A victim? No es tu juego. Pero si te encuentras cómodo en los gráficos de PS One y buscas otro tipo de retos, esta oportunidad llama a tu puerta.
Lo mejor
- Las cámaras fijas (aunque también pueden ser lo peor XD).
- Buen ambiente de angustia.
- Buenos puzles.
Lo peor
- Los problemas técnicos.
- Gráficamente no está a la altura de PS4.
- Detalles como algunos fallos jugables y de localización.