Hoy os traigo el análisis de Railway Empire Complete Collection para PlayStation 4. Los juegos de trenes, por interesantes que puedan parecer, nunca han tenido su espacio más allá de simuladores de conducción o similares. Hace unos años la saga Railway Tycoon fue un gran simulador de gestión de trenes que tuvo su última edición en 2006 y en mis manos tengo el que sin duda es su sucesor, por lo menos de forma espiritual, y en el que Gaming Minds Studios y Kalypso Media han puesto toda la carne en el asador, ¿será suficiente? ¡llenad la caldera de carbón y a vamos a toda máquina a descubrirlo!
La premisa del juego es clara, ya que nos ofrecen un capital inicial y una ciudad de origen, y tenemos que ayudar a la expansión, a lo largo de la historia ferroviaria, de las complejas redes ferroviarias de EEUU, México o los otros 7 territorios que tenemos incluidos en esta edición completa del juego, que sin duda serán un pozo de horas para los acérrimos del género.
El secreto del éxito
Teniendo como base un juego de gestión clásico, no podía faltar lo más importante, estar atentos a como optimizar los recursos con los que contamos, ya que no podemos dedicarnos a derrochar dinero en la construcción de vías o puentes sin más. Deberemos tener cabeza y pensar si preferimos una ruta más lenta pero barata, o una ruta que por ejemplo atraviese un río y sea más rápida, con el consiguiente incremento económico de la misma por la construcción de puentes y teniendo en cuenta que, al ser un juego ferroviario, estas rutas van a ser la base del comercio o del transporte de viajeros, por lo que también nos interesa una ruta rápida para viajeros, pero no es necesario una tan rápida para las mercancías. Con esto lo que queremos decir es que hay que estudiar las diferentes posibilidades y elegir la más óptima para nuestros intereses.
Comenzamos colocando una estación, o 2 si las queremos conectar, y vemos que el editor del mundo nos da muchas posibilidades ya que tenemos margen de colocarlas donde queramos. Si las situamos en ciudad, veremos que hacia ellas surgen las carreteras de manera automática, integrando la estación dentro de la misma, haciendo que todo el crecimiento del mundo sea muy orgánico. Tras esto la colocación de las vías es muy intuitiva, permitiéndonos ajustar a nosotros la ruta o dejando que el juego la haga de manera automática si conectamos 2 estaciones, pero esto último no es recomendable ya que normalmente cogerá la ruta más rápida aumentando el coste de la misma.
Por último quedaría, una vez puestas las estaciones, crear un tren y una ruta ferroviaria que las una, seleccionando las paradas que queremos que haga y colocando nuestra locomotora, mientras que los vagones se seleccionan automáticamente. Solo tendríamos que poner algún edificio de mantenimiento en alguna estación, una torre de suministros en la vía y aquí acabaría lo fácil, porque una vez tengamos nuestra ruta es cuando empieza lo bueno.
Nuestro amigo (o enemigo) el comercio
La base de todo juego de gestión, como hemos comentado antes, es pensar cómo optimizar nuestros recursos y si ya tenemos nuestra ruta montada, lo que ahora necesitamos son esos recursos. La manera más rápida para ello es el comercio, puesto que a lo largo de todos los mapas que tenemos iremos viendo como contamos con granjas, establos, canteras o aserraderos donde podremos y deberemos colocar estaciones rurales que nos permitirán crear rutas hasta ellos con el fin de transportar sus recursos a las ciudades que lo necesiten.
Las ciudades son distintas, cada una tiene sus necesidades y sus industrias, ya que en una ciudad con una cervecería de poco les servirían las piedras de la cantera, así que deberemos estar atentos a los recursos que precise cada ciudad ya que, si bien casi todas las ciudades necesitan un poco de todo, si sabemos qué materiales llevar a las ciudades veremos cómo los ingresos de nuestra ruta se multiplican.
Una vez identificado donde queremos que vaya nuestro tren a recoger materiales, simplemente es crear una ruta ferroviaria entre la ciudad y la zona de recursos, y veremos cómo los vagones se asignan automáticamente permitiendo llevar todo lo necesario de un lado a otro. También podremos adquirir estos puntos de materiales o las industrias de las ciudades, teniendo de primeras un desembolso elevado pero que si sabemos organizar las rutas nos dará mucho dinero que gastar.
Todo el mundo a nuestros pies
El dinero para gastar es la parte fundamental de todo. En cuanto empecemos a jugar lo que veremos es un mapeado enorme y lleno de puntos que conectar, ya sean ciudades o puntos de recursos. Estos mapeados los podremos disfrutar primeramente en el modo campaña, donde nos contarán una pequeña historia de cómo comenzó la industria del ferrocarril que nos servirá como introducción de las tareas que nos van a dar en cada escenario. Esto también nos servirá para ir viendo como avanza el tiempo ya que a medida que los años corren, veremos como las ciudades se van haciendo más grandes y pobladas, y podremos mejorar nuestras locomotoras, nuestras vías o la señalización con las últimas novedades en una campaña que abarca, según el escenario, desde el 1830 hasta el 1930.
También contaremos con un modo libre en el cual elegimos mapa, capital inicial y ciudad de origen y nos pondremos a ello sin ninguna presión, ni objetivos. Los mapas con los que contamos en esta edición completa son los del juego base, que incluye todo Estados Unidos, así como mapas por regiones dentro de este territorio. También contamos con los 8 contenidos descargables que han ido saliendo desde el lanzamiento inicial del juego, que tienen mapas de México, los Grandes Lagos, el sur de América, Reino Unido e Irlanda, Francia, Alemania, el Norte de Europa y Australia.
Bueno a nivel técnico, pero con vías muertas
A nivel técnico tenemos un juego con unos gráficos sencillos, pero que cuadran perfectamente con el estilo de juego que tenemos delante. Los modelados de los trenes es lo más detallado y las ciudades, pese a ser pequeñas, son correctas.
El mapeado en sí, para el tamaño que tiene también está bien, aunque me hubiera gustado un pelín más de detalle en el cielo o en el paisaje en general para haber potenciado la cámara en primera persona del tren. Lo mismo para la iluminación, que pese a contar con un modo nocturno al que podemos cambiar a placer, me hubiera gustado la inclusión de mejores efectos para tener un juego más redondo, pero como digo, es todo correcto con el estilo de juego.
A nivel sonoro las músicas que nos encontramos son entretenidas al principio, pero no pasan de ser simples canciones que tras un rato se vuelven un poco repetitivas. Los diálogos están doblados al español y las voces también, dando consejos de vez en cuando y sin llegar a ser pesadas, que acompañan a los textos en perfecto castellano sin errores de traducción.
Conclusión
En Railway Empire Complete Collection nos encontramos un buen juego sin duda, con suficientes modos de juego y mapeados para echar unas largas horas delante de la consola, ya que las opciones a nivel de construir la red ferroviaria, preparar la estrategia o ver como potencias las industria que más nos interesan son enormes, y todo ello expandido con todos los contenidos descargables incluidos en esta edición.
Si es verdad que no llega a las cotas que alcanzo en su momento la saga Railway Tycoon y peca en algunos momentos a nivel gráfico, para los amantes del género es un juego más que entretenido y para los más novatos en el género es un buen juego para iniciarse dada la cantidad de tutoriales que hay al inicio para aprender de sobra todas las particularidades del género.
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Lo mejor
– Mapeados enormes y detallados, por lo menos a vista de pájaro
– Modelados de los trenes detallados.
– Sensación de progresión en la historia
Lo peor
– Podría haber una mejora en aspectos a nivel gráfico
– La falta de opciones de simulación como que las vías tardaran tiempo en construirse o accidentes de los trenes.