Hace unos días os hablamos del lanzamiento de Oppidum en Nintendo Switch y lo podéis leer aquí. Pues bien, desde entonces le hemos estado dando fuerte a la supervivencia para traeros el análisis de este juegazo de EP Games y de cómo le ha sentado el port a la portátil de Nintendo. Si queréis saber si está a la altura y si merece la pena, seguid leyendo, que os lo contamos.
No hay que jugar con la magia
En la isla de Insule, en la ciudad capital de Oppidum, viven dos hermanos: Tam y Kay, mellizos nacidos con habilidades muy distintas, uno para la magia y el otro para el cerebro. Con el paso de los años, la codicia de poder de Tam le llevó a pasarse un poquito de la raya usando la Temai (magia) y provocó un “incidentillo” que ha sumido a la isla en la oscuridad.
Usando lo poco que sabe de magia, Kay invoca un portal para pedir ayuda al destino y… ¡puf! Apareces tú, un scout venido desde la Tierra que ahora tiene en sus manos el futuro de la isla. Tu misión será hacerte amigo de los habitantes de Insule, una especie de ratillas/mapaches muy amigables cuando te conocen, e increíblemente recelosos antes de hacerlo, y ayudarles a desterrar el mal de su mundo.
Si no vives para servir, no sirves para vivir
Entramos de lleno en el gameplay de Oppidum, un juego de supervivencia pseudo-clásico, pero centrado en la historia y no tanto en ser un sandbox al uso. ¿Qué quiere decir esto? Pues que no podremos avanzar sin ayudar a los habitantes. No por nada Oppidum está lleno de lore, NPCs y diálogos creados enteramente por Jennifer Barba, COO de EP Games.
Lo primero de todo será crear a nuestro scout. Tendremos una variedad inmensa de opciones donde elegir: caras, peinados, barbas, pendientes, piercings… Por supuesto, modificar nuestra apariencia corporal y lo mejor de todo, que pronombre queremos que el juego use al referirnos a nosotros. Esto último es una cosa que hoy en día está en boca de todos y que parece que es el mal, pero gracias EP Games, por incluir esto en vuestro juego.
Empezaremos, con la ayuda de Kay, a construir nuestro campamento base: una fogata y cuatro tiendas de campaña, para nosotros y hasta tres amigos más con los que jugar online. ¿Y cómo? Pues de la manera clásica: recogiendo recursos y construyendo poco a poco todos los edificios que iremos necesitando.
Los planos y recetas se desbloquean mediante misiones principales y secundarias (que muchas veces derivan en principales). Olvidaos de tenerlo todo construido desde el principio: en Oppidum la paciencia es una virtud y la prisa, tu enemiga. Primero ayudar, luego progresar. Recuerda que te han enviado aquí para ayudar, y un scout… ¡vive para servir!
El scout deja el mundo mejor de cómo lo encontró
En verdad vamos a arramplar con todo lo que nos encontremos por el camino: desde pequeños arbustos y piedrecitas hasta acabar esquilmando el bosque con nuestra hacha mejorada, sin dejar un árbol con vida. Los animales de Oppidum tampoco se libran. En cuanto tengamos disponible nuestra espada y escudo (algo que ocurre bastante pronto), tendremos que enfrentarnos a estas criaturas corrompidas por la oscuridad y que de amigables tienen cero.
Olvídate de acariciar cabras o jabalíes: aquí matas o mueres. Eso sí, pequeño scout, todo el daño al medio ambiente se regenera con el paso de los días. Hacerse con recursos acaba siendo fácil y ameno. La única pega es que empezamos con una mochila bastante pequeña, que llenaremos constantemente. Así que ya sabéis: primero construid un buen banco y luego ya recogéis como locos.
Mejorar el banco o el inventario nos llevará horas. Para lo segundo tendremos que encontrar a Dora La Exploradora La Comerciante, y devolverle su carro. Pero ojo: Dora aparece de forma aleatoria en distintos puntos de la isla y solo por la mañana. Nuestra recomendación es aprender a organizar el inventario y llevar solo lo necesario. Si se os llena, no pasa nada: podéis tirar los objetos y recogerlos más tarde, pero ojo, lo que no esté dentro del baúl desaparecerá al cabo de unos días.
Y así, poco a poco, construiremos todo lo necesario para avanzar en la historia: fragua, aserradero, cocina, telar… Pero Oppidum no acaba ahí, ya que también podremos tener nuestra propia granja y huerto. La granja nos permitirá obtener leche, huevos y lana para cocinar y fabricar mejor equipo, mientras que el huerto nos dará alimentos para preparar platos o comerciar y conseguir materiales difíciles de encontrar.
Porque sí, queridas, en Oppidum tenemos trueque del clásico: “¿Cuántas berenjenas por una gallina?”. Toda la economía funciona así; olvidaos de las monedas. Y si pensáis pasar del sistema… ya os avisamos de que no es posible, ya que algunos materiales solo se consiguen mediante intercambio.
Ved siempre el lado bueno de las cosas y no el malo
Oppidum es un juego grande. Quizá al principio no lo parezca, pero cuando lleves diez horas recorriendo Insule y aún no hayas descubierto ni la mitad, entenderás que las distancias no son pequeñas. Si no te gusta andar… amigo, este no es tu juego. O sí (seguid leyendo).
Nuestro primer destino será Litore, un pequeño pueblo costero nada amigable de primeras, al que tendremos que ir y volver decenas de veces. Y cuando ya estés cansada de hacerlo… ¡BUM! Resulta que existen pergaminos de viaje rápido. Eso sí, se consumen al usarlos. Otra vez a andar.
Pero calma, pequeños scouts: cuando seamos amigos del pueblo entero, podremos acercarnos a los caballos y desbloquear la receta de la silla de montar. Y entonces… ¡yeehaa, vaquero! No será rápido, pero cuando tengas tu caballo, quizá no vuelvas a usar un pergamino jamás. Toda espera tiene su recompensa en Oppidum, chavales.
A lomos de nuestra montura, Insule se vuelve mucho más amable y recorrer sus caminos y praderas será mucho mas divertido y llevadero. No podemos recolectar sobre nuestro équido, pero no pasa nada, hay que estirar los pies de vez en cuando. Tampoco tiene morral, ni se le puede poner un carro, pero es que aquí amamos a los animales. A los no corrompidos, claro.
De la vida hay que aprender y de la muerte no hay que temer
Y cuando ya piensas que no puedes más, que estás harta de corretear de lado a lado, morir innumerables veces a manos de un Thudulks (los malos), un jabalí o por caerte de un acantilado (y consecuentemente tener que ir a por tu mochila y reparar todo tu equipamiento por decimoctava vez)… recuerdas que Oppidum tiene opciones de accesibilidad. Y no solo motoras o sensoriales, sino también de calidad de vida.
No os voy a engañar: no soy amiga de los juegos de supervivencia. Y aunque siempre acabo jugando a alguno, la dificultad de muchos y la necesidad de paciencia que suelen exigir no va con mi estilo de vida. La vida ya es bastante dura como para sobrevivir también en un videojuego y encima estresarte. Por suerte, EP Games nos permite modificar casi cualquier aspecto del gameplay en cualquier momento, sin perder logros ni reiniciar nada.
Yo empecé en el modo normal, el pensado por los desarrolladores, y todo fue fenomenal hasta que me olvidé de seguir la historia y empecé a meterme donde no me llaman. Me enfrenté a enemigos más poderosos que yo (indicado con calaveritas) y acabé muriendo y teniendo que ir a recoger mi mochila a la otra punta. Cuando por fin conseguí una espada poderosa y casi la pierdo por la penalización por muerte, mi cerebro dijo: “Basta”.
Entré al menú, ajusté opciones… adiós penalización por muerte, adiós perder la mochila. Luego, adiós gasto de pergaminos: ¡teletransporte gratis! Y así fui adaptando la experiencia a mi ritmo y a mi forma de jugar. Desde la duración del día hasta el daño recibido o la cantidad de recursos. Oppidum te deja hacerlo tuyo. Y eso es maravilloso.
El scout sonríe y canta a las dificultades
No olvidemos que Oppidum es un juego online que requiere conexión permanente. Esto permite jugar con hasta tres amigos más en el mismo mundo y compartir misiones y progreso. Eso sí, avisad antes de avanzar en la historia, no vayáis a estropearle la experiencia al creador del mundo. Cada jugador puede dedicarse a lo que más le guste: cuidar la granja, explorar, combatir o comerciar. Repartíos el trabajo como queráis.
El tema de la comunicación… bueno, eso es un asunto difícil de tratar. Si bien en PC todo el mundo tiene muy claro el uso de discord u otros programas de comunicación, en Nintendo, por motivos de seguridad, el chat de voz y texto está sujeto a unas restricciones muy rígidas para evitar casos de pederastia, amenazas, bullying etc.
¿Quiere decir esto que no puedes comunicarte con tus amigos en Oppidum? Para nada. Tendrás disponible una rueda de gestos donde pedir ayudar, asentir o incluso bailar si te apetece. ¿Es suficiente? No, pero es lo que hay. De todos modos siempre podéis usar Discord en vuestro móvil o la aplicación de Nintendo para chatear con vuestros amigos.
Eso si, estad atentos a futuras actualizaciones, porque quizás Switch 2 y Gamechat abran ¡un nuevo mundo de colaboración en Oppidum!
Un hombre que nunca cometió errores, nunca hizo nada
Daniel Barba y el equipo de QA han hecho un trabajo impecable. En más de diez horas de juego no he encontrado bugs relevantes, algo poco habitual en un indie de este tamaño. Durante las 10 horas que he podido jugar, en ningún momento me ha pasado de quedarme atascada entre arbustos o árboles, que no se abriera un cofre o que no se iniciara una misión.
Hay que reconocer que han hecho un trabajo inmenso en traer la mejor versión posible de Oppidum a Nintendo Switch (y mira que hablamos de un port difícil y con limitaciones técnicas muy grandes). Me quito el sombrero ante el equipo de EP Games.
Nada sino lo mejor
Oppidum es un juego indie desarrollado por un equipo de cinco personas (con alguna mini colaboración puntual), y que el resultado final sea el que tenemos entre manos, para la gente que entendemos al menos, es alucinante.
Gráficamente esta claro que la versión de Nintendo Switch es floja. Tenemos una resolución comprometida y unos FPS que se mantienen estables en 30 pero que no le podemos pedir mucho más. Ojo, técnicamente no tengo herramientas para saber que cantidad de cuadros mueve. Está claro que en portátil son 30, pero en dock, en mi monitor parecen 30 pero en la tele 60… Preguntadle a EP Games si queréis saber más.
Sin embargo y pese a ser una versión limitada, Oppidum se ve maravillosamente en Nintendo Switch. La profundidad de campo es infinita. No hay niebla, ni matte paiting para simular fondos u ocultarlos. Allá donde llegue tu mirada, verás árboles y montañas a las que puedes llegar. Sí, es cierto que el spawn de NPCs es más limitado, pero no es algo que moleste.
El nivel de detalle de las hierbas, los árboles, plantas, arbustos… es todo excelente y sientes realmente la viveza del mundo y como esta lleno de detalles. habría que hacer una comparativa de Oppidum con Breath of the Wild como esas que correr por internet a ver quien gana depende de en qué.
Lo mismo ocurre con la banda sonora. Con una excelente elección de temas relajados y calmados para la exploración y otros más animados y frenéticos para las batallas. No solo nos harán cambiar el chip, si no que nos permitirá saber si un enemigo nos ha visto mientras nosotros no a él. Si es cierto que pueden hacerse repetitivas pasadas las horas, pero no pidáis peras al olmo, el tipo de juego es el que es. Esta perfecto así.
Desde luego tirar las horas en Oppidum es una experiencia ultra relajada y disfrutable, tanto para ojos como para oídos. Ojalá EP Games pueda hacer uso del devkit de Nintendo Switch 2 y traernos un update del juego para la nueva consola de Nintendo, porque si mejoramos un poquito más gráficos y resolución, estaríamos ante un doble A, o casi.
Ser scout es hablar de tus aventuras sin parar de sonreír
Y al final, de eso trata Oppidum: de disfrutar de la aventura, en solitario o con amigos, y pasar un buen rato jugando como tú quieres a lo que tú quieres. ¿Quiere decir esto que Oppidum es un juego para todos los públicos? Pues en la teoría, sí. Gracias a sus opciones de accesibilidad y a los modos de juego, cualquiera puede echarle horas en Insule y desentrañar su historia.
En la práctica, pues ya dependerá de gustos, de la persona, del tiempo libre… A mí me parece un juego ideal para pasar el rato en modo cozy, mientras ves tu serie favorita o viajas de un lado a otro (con cobertura y datos, ojo). Si estás jubilado, este es tu juego; o si eres nini, o un estudiante aplicado que termina sus tareas a tiempo. Si no te da la vida, siempre puedes echarle una horita y ya. ¿En tiempo de pandemia? Ya habrías quemado el juego.
Con una duración más que aceptable de unas 35 hasta 50 horas, dependiendo de si eres de usar pergaminos chetados o no, Oppidum es una aventura más que decente que vale lo que piden.
Ahora mismo tenéis ya disponible Oppidum en la Nintendo eShop por 29,99 €, precio de lanzamiento y el mismo que en PC y resto de plataformas. Es compatible con la Switch original y con la Switch 2, aunque ésta no se beneficia de la potencia extra. Sin embargo, si optáis por PC, que sepáis que ahora mismo está por 12 € de nada en las rebajas de invierno de Steam. ¡Corred, insensatos!
Queremos terminar dándole las gracias a Nintendo y EP Games por habernos facilitado una copia de Oppidum para poder traeros este análisis. Esperamos que os haya gustado y, a vosotras, jugadoras, ¡que lo disfrutéis!
Oppidum
Para ser un juego de supervivencia, es bastante amable con el jugador directamente hasta el punto de personalizar tu gameplay al gusto, desde super relajado a Hardcore. Tú pones el límite. Además, tiene una historia muy bonita y bien desarrollada hasta donde hemos podido jugar. Es tu turno, ¡jugador de salvar Insule!
Lo mejor
- Funciones de accesiblidad
- Completamente en castellano
- Bonita historia
Lo peor
- Le falta potencia en Switch
- Se necesita paciencia
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Historia
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Jugabilidad
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Apartado artístico
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Apartado sonoro
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Online