PSICOANALIZANDO A VLAD TEPES, DRÁCULA, DE CASTLEVANIA (NETFLIX)

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Antes de seguir leyendo, lo primero que quiero aclararos es que no he jugado a los videojuegos, por lo que sólo tendré en cuenta lo visto en la serie de la plataforma digital. Lo segundo es que, aunque no lo parezca, tengo la sensación de que nos han vendido una historia romántica clásica, con toques hollywoodienses, disfrazada de un serie de aventura llena de violencia, sangre y sexo. Y no, Vermont no es el protagonista, al menos para mí. Si no queréis comeros todos los spoilers del mundo dejad de leer.

¿Cómo empieza la serie? Con Lisa Tepes entrando en el castillo de Drácula, en otras palabras: comienza cuando se conocen la Bella y la Bestia. ¿Cómo termina la serie? Pues con los mismos, una vez a salvo, viviendo una vida feliz juntos, como unas "personas normales y corrientes". Y no me malinterpretéis, me parece genial, me encanta el romanticismo.

Drácula un vampiro muy humano

Año 1455, Drácula, un tío tan pálido y sombrío como solitario y antisocial, conoce a una preciosa mujer con unos ovarios más grandes que su tremendo castillo. Fue esa misma mujer, Lisa de Lupu (Lupus? Lobo?? Crepúsculo???), la que entró sus dominios buscando conocimientos de medicina para ayudar a la humanidad. Y digo que los ovarios eran así de grandes porque Vlad Tepes era conocido por empalar a los que se le acercasen.

Primera escena: chica conoce a Drácula.

Hay que tener en cuenta que en esa época los focos de conocimiento eran los monasterios de la Iglesia, y no es que fuesen muy progres que digamos (si se habla de época oscura será porque estos focos no iluminaban mucho que digamos). Lisa, en vez de salir corriendo, se envalentonó, sorprendiendo al propio Drácula, generándole curiosidad. Para él, este hecho hizo que la reconociese, no era un simple espécimen, si no que tenía algo especial.

Este tipo de acciones y reacciones no son nada nuevo en la pantalla. Se han visto previamente en el citado clásico de Disney, o en otros más recientes como Shrek cuando Asno le siguió a su ciénaga haciendo caso omiso a los carteles de “prohibido el paso” y “cuidado con el ogro” (aunque aquí nació un bromance, no un romance). El hecho de que a alguien le sorprenda que otro se enfrente directamente a él indica un grado importante de narcisismo (deben pensar algo así como "sí que tiene huevos para retarme a MÍ").

Y ese fue el momento en el que Vlad Tepes sucumbió a los encantos de una simple humana. Sí, sucumbió. Y en muchos sentidos, ya que nunca volvió a ser el mismo. Pensad en un ser inmortal, excepcionalmente sabio e inteligente, que ve al ser humano como poco más que hormigas. Un ser que exterminó ejércitos enteros y después se recluyó sólo en su castillo. Ese mismo ser, en las siguientes 3 décadas, formó una familia feliz con una humana, con la que tuvo hijo mestizo, y vivieron como humanos.

Lisa Tepes (adoptó su apellido al casarse... por la Iglesia???) no se conformó con este milagro. Convenció al señor de los vampiros para que viajase por el mundo a pie, para que se diese cuenta que no es que ella fuese distinta del resto de los seres humanos porque era especial, si no que todos los humanos son especiales, porque son distintos los unos de los otros, con sus virtudes y defectos.

La familia Tepes feliz como una perdiz

Del amor al odio

Esta utópica etapa duró hasta que condenan a muerte a Lisa y la ejecutan en la hoguera por supuesta brujería. El dolor de nuestro supuesto antagonista hizo que, en un momento de ira, condenase a todo el país a la muerte. Como le dice a su propio hijo, antes de dejarlo medio muerte en otro arrebato bestial (digo bestial porque actuó como una bestia, cuando se le presupone un sabio... aunque también se puede considerar que el arrebato fue bestial a lo grande), para él todos los humanos eran culpables, los que la mataron y los que no hicieron nada por salvarla. Incluso él mismo se sintió culpable por no poder hacer nada. El amor hacia una persona se convirtió en odio hacia los humanos y hacia sí mismo.

Ojos rojos y llorando sangre. Vuelve Drácula, dejando a un lado su humanidad para condenarla

Desde mi punto de vista, ese día no sólo murió Lisa, si no que también murió Drácula, o al menos comenzó una lenta agonía. Desde mi experiencia como médico, vivir es algo activo, sí o sí tienes que interaccionar con el resto del mundo. Sin embargo la muerte puede ser activa o pasiva. Me explico: puede ser una muerte activa, un asesinato/suicidio, o algo pasivo, "dejarte morir" (dejar de interaccionar con el medio, dejar de comer, dejar de cuidarte...). Y él escogió esa segunda opción.

No es infrecuente ver estas situaciones en una persona durante el proceso de duelo por la muerte de su pareja u otro ser querido, sin embargo la cosa aquí es muy distinta, ya que estamos hablando de un ser inmortal. Quiso morir llevándose a los humanos por delante, en un acto de misantropía y hartazgo por toda vida posible.

Reunió a un ejército de vampiros y de seres de la noche y los dejó que acabasen con el pueblo de Valaquia, de forma caótica y errática. Mientras. él se sentó en su butaca, sin hacer nada. Se presupone que el líder suele tener ciertas funciones en el ejército por mucho que delegue, en este caso en Isaac y Héctor, como ser la cabeza visible, estrategia y organización, mantener el orden... Pero es que cuando digo que no hizo nada, es que ni siquiera se alimentó. Le dio igual la estrategia, la ética, las propias pérdidas... el caso es que no quedasen humanos.

Así se ha pasado la mitad de la serie, sentado, sin hacer nada

Paralelismos Drácula y Belmont

Aquí es donde entra Trevor Belmont, nuestro supuesto protagonista, un antihéroe alcohólico, cínico y misántropo (una joyita, vamos). Un trotamundos, traumatizado desde su más tierna infancia porque la Iglesia excomulgó y mató a su familia por supuesta práctica de magia negra. Vaya... esto me suena... Estoy seguro de que en otro contexto, Drácula y Trevor se hubiesen llevado muy bien (por un momento se me vino a la cabeza la famosa escena de Batman Vs Superman en la que estos dos conectan, pero con estos dos personajes: "tu familia también fue juzgada injustamente por la Iglesia?").

Pero como los paralelismos siguen, el último de los Belmont se encontró a una mujer rubia, inteligente y con mucho valor que hizo que se centrase un poco. Aunque Trevort me cae bien (es un Chandler musculado y con agallas que esconde sus miedos e inseguridades detrás de un humor ácido), me parece un personaje soso y muy plano.

Drácula Vs Alucard

Esto no es tan así con el otro protagonista: Adrian Tepes, también conocido como Alucard. El mestizo heredó por un lado la inmortalidad y la letalidad del padre, y por otro la dulzura y humanidad de la madre. Se ve en muchas ocasiones cómo lucha su conciencia humana contra los instintos vampíricos, y su ética contra sus sentimientos (atacar a su padre para defender al pueblo que mató a su madre... "ella es lo que hubiese querido"). Un poco como Son Gohanda, que quiere defender la Tierra como un terreste, pero usando el poder de un saiyajin.

Más Adrian que Alucard, mostrando sus sentimientos humanos

En la segunda temporada no se profundiza mucho en la relación del trío protagonista (no me olvido de Sypha). Comienza a entreverse la relación amorosa emergente entre la oradora y el Belmont y la sensación de sujetavelas del vampiro, así como la dualidad amistad/competitividad de este último y el cazavampiros.

Sin embargo, durante la tercera temporada, se ve una clara inestabilidad emocional en este vampiro guaperas (tengo cierta debilidad ante este tipo de chupasangres, quizás sea culpa de Anne Rice y Brad Pitt). Al llevar solo en el castillo unos pocos meses empieza a írsele un poquito la cabeza. Aparecen inseguridades internas, habla solo (a unos muñecos a lo Wilson en Náufrago) y la necesidad de recibir apoyo de otras personas para poder seguir adelante, motivo por el que primero recoge a unos tíos que intentan asesinarlo y después a una aldea entera a la que intentan asesinar (todo muy normal).

Desde luego que tener a un padre medio ausente y no demasiado cariñoso, que te deja medio muerto si le llevas la contraria al intentar evitar un genocidio... puede marcar un poquito. Esto, durante la infancia, seguramente le produjo un apego evitativo, haciendo que de mayor fuese más solitario e introvertido, aunque en su interior buscase la aprobación que no le dio el padre en las personas que le rodean, a través de sus hazañas (esto, junto a que la madre muera y el padre sea un desastre total me recuerda a cierto piloto de EVAs traumatizado).

Volviendo al hilo de la serie, durante la batalla final, a Drácula le emergen sentimientos de culpabilidad. Duda al ver el daño que le ocasionó a su hijo, el fruto de su unión con su amor verdadero. Como resultado de la vorágine de sentimientos que inunda la mente del vampiro, Vlad se inmola empalándose contra la espada de su propio hijo. Así puso fin a su agonía. Se sacrificó para salvar a su hijo y reencontrarse con su amor una vez muertos.

Drácula se inmola finalmente, después de haber ganado la pelea con su hijo

Relación con sus subalternos

Podría terminarse aquí la serie, pero no. Realmente Castlevania tiene un ritmo tirando a lento, sobre todo la tercera temporada, lo que le proporciona la oportunidad de que puedan profundizar en otros personajes: Carmila, Isaac, Héctor, Lenore o Saint Germain por ejemplo. Y es esto lo que más me gustó de esta serie con diferencia, un elenco de personajes secundarios complejos que me recuerdan, salvando las distancias, a Juego de tronos.

Algo muy curioso, como mencionan en varias ocasiones durante la serie, es que los encargados de liderar la exterminación humana son los dos únicos humanos de la corte vampírica. De entre todo el ejército de no-muertos, sólo ellos convivieron con el enemigo. No veían a los de su misma especie como simples seres inferiores o comida. Sabían de lo que eran capaces, y por ello estaban muy decepcionados, considerando que no merecían seguir existiendo. Apuesto a que Drácula se sentía identificado con ellos, al fin y al cabo el tenía un lado muy humano.

Isaac y Héctor, los subalternos humanos de Drácula que comandan a los vampiros hacia la destrucción... humana

Otro dato a tener en cuenta es que la única persona con la que mantenía conversaciones de verdad era Isaac. El maestro forjador veneraba a Drácula como si fuese un dios “viviente” por sus conocimientos, su convicción y su sabiduría. El ser que transformaría el mundo en una utopía. Pero... qué veía el rey de los vampiros en un simple humano que creaba seres de la noche?

Desde luego que para él era mucho más que un valioso peón. Compartían un vínculo nacido de tener un punto de vista y una finalidad en común, junto a una férrea confianza mutua. Pero eso no es suficiente, Drácula tenía sentimientos profundos por él. Si no, no lo habría salvado justo antes de que todo se fuese a la mierda, cuando, curiosamente su intención inicial era matar humanos.

Desenlace más allá de la muerte

El elenco de personajes secundarios da para otro artículo completo (quizás en el futuro), así que volvamos al principio para terminar. Y es que, como dije al comienzo de este escrito, el tema principal es el amor, por lo tanto empieza y termina con él. Después de la muerte de Drácula, se ve a este abrazando a su esposa en algún lugar, supongo del infierno.

En alguna parte del infierno, se volvieron a unir el alma de estos los amantes

Esta serie no deja de recordarme a Fausto, de Goethe. En esta novela, el científico Fausto vende su alma al diablo Mephistófeles para conseguir el conocimiento infinito. Durante el trayecto, Fausto se enamora de Gretchen, una mujer que representa la pureza humana. Tras varias desgracias al más puro estilo shakespeariano (es una novela romántica al fin y al cabo), esta termina muriendo en los brazos de Fausto tras matar al hijo de ambos. Mucho tiempo después, cuando Fausto muere, su alma es salvada del infierno gracias a la intervención de su amada y al sufrimiento que tuvo que aguantar durante su vida para conseguir sus ideales, un concepto muy cristiano.

En definitiva, esta obra expone al protagonista a situaciones complicadas, disyuntivas entre el bien y el mal, la religión y la ciencia, la ética y las pasiones, siendo el amor, junto al sufrimiento y la reflexión, la única salvación. Esto mismo le pasó a Vlad Tepes. Si fuese escrito en el siglo XVIII habría ido al cielo con Lisa y habrían sido eternamente felices (como he dicho antes, el amor es la salvación y supera incluso los genocidios en este tipo de novelas).

Pero como es del siglo XXI, basado en un videojuego de aventuras sangrientas, y están de moda los finales felices, el bueno de Vlad y su señora, Lisa Tepes, renacieron y decidieron vivir una vida humana continuando su amor platónico y adolescente, que sin duda es el más puro y bonito.

¿Qué monos verdad?

Diagnóstico

En definitiva y recapitulando: el Drácula que dibujan en esta serie es muy distinto a cualquiera de los otros "condes vampiro" que se han descrito desde Bram Stocker. Se alejan de esa bestia depredadora de sangre humana, que los seduce antes de hincarles el diente. Aquí encontramos a un Drácula muy humano, que se presenta inicialmente como un ermitaño extrovertido y misántropo, que reniega activamente el contacto con el resto del mundo.

Aunque antes hablé de rasgos narcisistas, no creo que este personaje lo sea (Carmilla sí). Es una realidad que está por encima de los humanos en fuerza, inteligencia y conocimientos... y la verdad es que en esa época el comportamiento de la humanidad no fue lo suficientemente civilizado como para hacerle cambiar de opinión..

No se conoce el lore oficial del personaje, pero es fácil imaginar que, decepción tras decepción, el príncipe de Valaquia se acabó convirtiendo en Vlad Tepes “El Empalador”, replegando primero sus sentimientos, y luego su misma presencia física al interior de su castillo. Esto podría interpretarse como el hecho de que, aunque no estimase demasiado a los humanos, tampoco quería hacerles daño.

Lisa pudo ver perfectamente todos los sentimientos que tenía reprimidos y supo sacarlos al exterior poco a poco, abriendo su corazoncito, cosa que hizo que después, tras su muerte, fuese más fuerte el golpe que se llevó. Todo el esfuerzo empleado durante décadas para ver a los humanos como ... seres humanos, hizo que fuese aún mayor la decepción. Lo interpretó como la confirmación de que la única persona realmente especial era su mujer, y por ello el mundo ya no tenía necesidad de existir sin ella.

Transfirió la ira hacia sí mismo por hacerle caso y no haber estado a su lado para protegerla. Esto sumados a los sentimientos de traición (la decepción al comprobar que los humanos somos lo peor después de darnos una oportunidad) y a lo poco que le gustan inicialmente las personas, acabó convirtiéndose en ira y deseos de cargarse a todos.

Aún así, por deferencia a su mujer les dejó un añito para que hiciesen el testamento y disfrutasen el tiempo que les quedaba, mientras él se encargó de la organización de su funeral. Durante ese tiempo, en el que pasó maquinando y dándole vueltas a la cabeza, de nuevo solo en el castillo (llevaba 30 años con su mujer y su hijo), comenzó seguramente una depresión.

La depresión no sólo se manifiesta como ganas de llorar (eso sí que es un mito, y no el de Drácula). Esta enfermedad es un conjunto de varios síntomas, y no tienen porqué estar todos: tristeza patológica (lloraba sangre y todo, un bonito guiño al cine clásico, y a Saint Seiya), apatía, falta de ganas de hacer cosas, disminución/aumento de apetito, disminución/aumento de sueño, falta de ganas de vivir, dificultades atencionales y de memoria (cuando estamos depre no solemos poder concentrarnos, nos cuesta leer o seguir el hilo de una película, esto hace que tengamos muchos despistes e incluso olvidos), irritabilidad (que se lo digan a Álucard) y la falta de capacidad de gratificación. ¿Cumple bastantes no?

El bueno de Vlad llorando sangre por la muerte de su amada

Esto último es muy importante. No disfrutó de la matanza que él orquestó con tanto esfuerzo. Es más, no disfrutaba de nada. Esta pérdida de la capacidad de disfrute se le llama anhedonia en medicina/psicología y casi es un sinónimo de depresión. Por supuesto, para que haya este trastorno, tiene que mantenerse esta clínica durante un tiempo considerado, porque días malos los tenemos todos y es completamente normal.

A esto se le llama anhedonia. No disfrutaba ni siquiera de la fiestecita que se ha montado

Sin embargo, ya en el infierno, con su mujer, no parecía estar sufriendo a un nivel psicológico como en vida. Posteriormente, una vez revividos, Vlad me recuerda a un joven en el momento del amor platónico, enamorado del amor y de la vida misma, marcando el verdadero final de la serie, y no el regreso de Belmont.

Por última vez: en esta serie todo gira alrededor del amor. Tiene al menos tres subtramas más de esta temática: Trevort/Sypha, Saint Germain, Morana/Striga … y por qué no Héctor y Lenore?

Si no me equivoco, fue Dante en su Divina comedia, cuando describe la historia de amor de Paolo y Francesca en el segundo círculo infernal (se podrían sacar paralelismos también de esto), el primero en demostrar que el amor es el motor que mueve al mundo. Y tuvo razón, al menos aquí.