THE MATRIX RESURRECTIONS (LANA WACHOWSKI, 2021) – CRÍTICA

Tras introducirme de nuevo en el mundo creado por las máquinas, acudo al cine para ver la nueva entrega de una saga que revolucionó el cine: The Matrix Resurrections. Tras el anuncio sobre este estreno, muchos fans se han preguntado cómo iban a justificar la historia tras los acontecimientos ocurridos en Matrix Revolutions (2003) y más trayendo de nuevo caras tan ligadas a este universo como Neo y Trinity. Antes de continuar, ya lo dejo dicho aquí: Resurrections es una secuela directa.

Esta película sale en cines hoy mismo, 22 de diciembre de 2021.

¿Era necesaria esta nueva creación? ¿Ha cumplido expectativas? Quédate a leer esta crítica e intentaré desgranar (sin spoilers) este título.

Cuando Matrix llegó en 1999 a los cines supuso cambio radical en su modo de entender el medio. El uso de los efectos visuales, las nuevas formas de grabar, la acción desmesurada… Todo lo que hoy vemos en cualquier superproducción ya había sido trabajada por las hermanas Wachowski en esa primera entrega convirtiéndolo en, y aquí el verdadero éxito, un referente. Esto en lo referente a la estética y planos, porque la historia, cargada de elementos filosóficos, contenía más preguntas que respuestas y dejaba mucha información en el aire vendiéndose al arte visual.

¿Por qué inicio escribiendo esto? Porque han pasado veintidós años desde entonces. Nuestro bagaje audiovisual ha crecido, nuestras referencias culturales fuera de lo patrio se han abierto y se han popularizado proyectos que, por entonces, parecían más de nicho. Es por ello por lo que ese factor sorpresa que nos dejó con la boca abierta se diluye entre los códigos. Ya sabemos lo que es Matrix y ya sabemos lo que hay tras el velo del mundo digital que crearon las máquinas para nosotros. ¿Qué podrían hacer para sorprendernos?

Esta vez no voy a entrar en detalles generales sobre la trama, pues el verdadero interés es descubrir como espectador lo que está ocurriendo en pantalla. Aun así sí que puedo adelantar que la historia parece dividirse en dos bloques bastante diferenciados con matices totalmente diferentes en cada uno de ellos.

El primero de ellos destaca por lo autoreferencial (con algunas escenas «inspiradas» en las clásicas) y el trabajo de metaficción, llegando a rozar en ciertas ocasiones (con sorpresa para los asistentes) la parodia a su propia personalidad. Lejos de lo que pueda aparentar, este punto es el que presenta la trama y consigue ser interesante y original (aunque sigo preguntándome cómo las máquinas saben lo que es el siglo XXI si el colapso ocurrió antes de asentar las bases para este mundo). 

Cuando llegamos a la segunda parte ya sabemos a lo que atenernos. El despliegue tecnológico se hace latente y nos recuerda más a sus predecesoras. No es de extrañar que sea en este punto cuando comienzan a juntarse la mayor cantidad de escenas de acción que, aunque bien dirigidas, pueden llegar a aburrir al sentirlas largas en ocasiones. Vuelvo a repetir, no es que no sorprenda, es que es lo que hemos visto en anteriores ocasiones.

Sobre la trama, muy por encima, tengo que decir que me parece una buena justificación para traer a los personajes de nuevo a la «vida». Lana Wachosky declaró que volvió a este universo tras la muerte de sus padres y comenzó a crear la que acabaría convirtiéndose en la historia de este película. No es de extrañar que los conceptos de resurrección y amor sean los ejes centrales de la cinta. Se nos avisaba de que ésta sería una historia que podría entenderse independientemente de las anteriores, pero creo que los personajes están tan asentados en unas bases nacidas en el pasado que no podrían entenderse sin comprender el sacrificio que los ha llevado a este punto. Así que recomiendo un visionado de las anteriores para disfrutar la historia. El guion, escrito también por Lana, esconde algunas frases muy interesantes y dilapidarías sobre el mundo actual.

Los fans pegaron un gritito cómplice al saber que Neo y Trinity iban a regresa para esta película. Sí, sí, está el pequeño problema del final de Revolutions, pero eso ya lo iréis descubriendo con la película. Keanu Reeve y Carrie-Anne Moss se visten de nuevo en unos personajes que les quedan de lujo. 

Thomas Anderson ha envejecido y le sienta muy bien. El carisma descuidado del actual Keanu Reeves hace que brille en pantalla con cada acción. Recordemos que viene de trabajar en John Wick (2014), una serie de películas de acción en las que realizaba un papel extraordinario. Aquí, toda esa experiencia se nota, mostrándose solvente en esos combates. Del mismo modo tenemos a Trinity que, tras un inicio más lento, se desata en un último acto lleno de tensión. Pero no podemos olvidar que esta película trata del vínculo que hay entre ellos y, como no podía ser de otra manera, se nota que encajan. Sus miradas, sus caricias… Cada minuto que comparten en pantalla se nota con una naturalidad pasmosa.

A ellos dos hay que sumar las caras nuevas (nunca mejor dicho con algunos personajes). Jessica Henwick demuestra grandes dotes con una Bugs que logra hacerse un hueco en la película, aunque como todos, va perdiendo protagonismo hacia el final. Lo mismo le pasa a Yahya Abdul-Mateen II, que logra encajar un Morfeo digno, pero alejado de todo el trasfondo que ya nos había dejado Laurence Fishburne, mientras que Jonathan Groff se pondrá en la piel de un Agente Smith descafeinado. El que sí plantea un poco de novedad será el personaje de Neil Patrick Harris. El Analista será un punto central en la evolución de Neo en la película, completando una actuación interesante y aportando esa vuelta que tanto gustaba en las películas originales.

Pero también tendremos caras del pasado que regresan en ocasiones para hacer un simple cameo o para servir de unión temporal con la trilogía original. Hay algunos que no mencionaré por la sorpresa que pueden causar a los fans, pero no evitaré hablar de Jada Pinkett Smith en su papel de Niobe, que será la encargada de gestionar la ciudad de IO.

Hasta ahora me he centrado mucho en el concepto, la trama y los personajes, dejando un poco apartado ese aspecto destacado que impresiona en este medio: lo que entra por los ojos. Lo había adelantado antes, pero ahora es el momento de expandirlo. Matrix Resurrections es Matrix. A nivel estético podemos sentirnos muy cómodos en todo momento, sin recibir ningún elemento que nos haga replantearnos lo que estamos viendo. Aún así, se siente que todo ha sido actualizado y, sin lugar a duda, los efectos actuales están muy bien encajados dentro de los planos con los que trabaja la cinta.

Ya teniendo en cuenta los planos y secuencias, cualquiera que haya visto el tráiler puede observar como sigue esa búsqueda constante de crear momentos que se te queden metidos en la mente. La iluminación y vestuario son muy acertados (ya han dicho muchos que quieren esas gafas azules). Sin duda, el salto de calidad le ha sentado muy bien a la franquicia.

Sí, de nuevo estamos hablando de esto: la nostalgia. Llevamos una temporada en la que las únicas producciones verdaderamente destacadas son las que tienen un bagaje anterior a la propia película (y los anuncios de nuevos reboots o secuelas tardías no invitan a nada nuevo). No quiero decir con esto que la creatividad esté en crisis, ni que el público reaccione de manera interesada ante nuevas propuestas, una secuela puede estar verdaderamente justificada si se realiza queriendo explicar algo y aporta algo nuevo.

Matrix Resurrections ha querido ampliar el universo que se inició hace más de veinte años, contándonos una de las grandes dudas que quedó en el imaginario colectivo (¿qué pasó después de Revolution?) y que muestra una historia curiosa para acabar entregando un final feliz ante el drama de las entregas pasadas. Tiene suficientes elementos para sentirse parte de la producción, pero también puede llegar a decepcionar al fan que esperaba más. Lana dijo que no se planteaba ninguna entrega más, por lo que podemos plantear que este es el final cinematográfico de la saga… Hasta que Warner opine lo contrario.

The Matrix Resurrections llega a los cines españoles hoy día 22 de diciembre de 2021. La vas a disfrutar si has disfrutado de las anteriores y quieres completar el arco argumental de este universo.