Hoy os traigo el
análisis de Atelier Ryza 3: Alchemist of the End & the Secret Key para
Nintendo Switch. Tenía bastantes ganas de volver por fin con nuestra preciosa Ryza de nuevo y
entrar en el mundo de Atelier para crear nuevas e increíbles recetas
alquímicas. Ryza es sin duda la
protagonista
predilecta de la franquicia, la más querida de toda la saga, hasta el punto de
que esta semana ha sido anunciado su propio
anime, que tiene una pinta brutal, ¿pasará lo mismo con este juego?
¿Últimas vacaciones?
La maravillosa Kurken Island abre de nuevo sus brazos para que podamos
disfrutar de la nueva historia de nuestra protagonista y su grupo de amigos.
Mientras hacían todo tipo de recados y ayudaban a los lugareños, unos pequeños
seísmos empezaron a sucederse sin motivo aparente. Inicialmente nadie le da
realmente importancia alguna, ya que es algo de vez en cuando que pasa en la
isla.
El problema real llega cuando éstos se hacen más intensos y evidentes,
siguiéndose de la aparición de
un archipiélago cerca de las costas de Kurken, denominado como las Islas
Kark. Un acontecimiento que incluso en un mundo de la magia existe, es raro e
ilógico, por lo que se aventuran a investigar. A medida que la historia avanza, se darán cuenta de que dicho lugar está relacionado con el origen de
la alquimia. Además, está vinculado con el hecho de que puedan salvar
su isla un acontecimiento fatídico.
Siguiendo la línea de
Atelier, la historia del tercer periplo de Ryza, es
una aventura con un corte tranquilo, pero llena de experiencias y lore que
harán de ella un recorrido interesante y entretenido. Tendremos eventos personales y muchas historias divertidas de cada uno de
los once
compañeros, mientras que descubrimos El Código del Universo, es decir, el origen por el
que se fundamenta la alquimia y gran parte de las bases del mundo tal y como
lo conocemos.
El destino de Kurken
Atelier Ryza es un título japonés que tiene como nociones principales en lo
que a gameplay se refiere una mezcla el RPG con gathereo y
alquimia. El combate sigue la línea que tuvimos en
Ryza 2, es decir, se plantea como
un combate por turnos con barra de acción que indica cuándo podremos
atacar, pero tiene cierto factor de dinamismo puesto que cuando nos toque y
golpeemos, tendremos que machacar botón.
El combate de Ryza se resuelve como una rueda de opciones en lo que lo
principal será atacar y defenderse. Nuestras principales opciones ofensivas
serán objetos y habilidades. La idea es que cuando se carga nuestra barra de
acción, ataquemos de forma normal. acumulando Action Points para poder
realizar habilidades de distintos elementos y aprovechar las debilidades
enemigas, mientras que a la vez podemos hacer un cambio de contendientes y
aprovechar para realizar un golpe combinado.
El uso de objetos por su parte se ve condicionado por la adquisición de CC,
una serie de puntos que se consiguen tras las realización de las habilidades
ganadas con puntos acción, permitiendo así un
entrelazado más coherente entre los distintos factores de combate. Por
otro lado, las dos restantes opciones son el bloqueo, que si se hace uno
perfecto permitirá un contraataque y la huida, la cual no requiere mayor
explicación.
Los enfrentamientos como tal han evolucionado bastante en las últimas
entregas, hasta el punto de que se han vuelto realmente más entretenidos y
frenéticos.
Un soplo de aire fresco, que se ha ido perfeccionando a medida que los
juegos de la saga de Ryza se han ido sucediendo, demostrando que han sabido mejorar con el tiempo.
Por su lado, la alquimia es bastante similar a lo que encontrábamos en la
precuela.
Las recetas piden una serie de materiales obligatorios y otros opcionales. Los ingredientes tienen un valor numérico y están adheridos a unos
elementos,
la idea es que para conseguir efectos extra, debemos cumplir una serie de
requisitos asociados a estos. Por ejemplo, 2 puntos de fuego, lo que podría ser dos elementos de fuego de
nivel 1 cada uno. La idea, además, es que especialicemos dichas recetas, ya
que no se pueden conseguir todas las opciones en un mismo intento.
Fuera de este hecho, el sistema de gathereo sigue las mismas pautas, pero con
aún más variedad de herramientas y formas de obtenerlo, como puede ser
acariciar a un perrete para que te dé algo al azar. El mayor problema es que
el juego no te indica directamente qué puedes obtener con las herramientas que
tienes, por lo que tienes que ir cambiando manualmente, a ver si da el caso de
que puedes usar dicha herramienta porque el material obtenido es distinto.
Por último, la exploración y creación de mapas experimenta a mi parecer una
mejoría notable en cuanto a su verticalidad. Por lo general, los escenarios de
la franquicia son muy horizontales y rara vez hay cambios de altura, que no
impliquen cambiar de instancia, aspecto que aquí se ha corregido un poco más
con plataformeo, nado, etc; consiguiendo una mayor naturalidad en nuestros
quehaceres diarios.
De vuelta al cuento de hadas
La verdad es que en el tema de
Atelier
digo siempre lo mismo, pero es que es cierto que
parece el típico libro de cuento de hadas super decorado y con veinte
toneladas de algo de azúcar, para realizar la mayoría de los colores. Aunque
para qué mentirnos, le sienta a la mil maravillas.
Cuando entramos a un juego de esta saga, esperamos darle a start y que
un sentimiento de magia y fantasía nos abarque e inunde, como si no hubiera un
mañana, cosa que en la tercera entrega de nuestra protagonista, no falla.
Las indumentarias de este juego siguen siendo muy bonitas, aunque han
reducido la extravagancia y pomposidad habituales. Se mantienen
características muy diferenciadoras con el resto de personajes no importantes,
pero no se ha hecho la típica sobre ornamentación en los atuendos de aquellos
más destacables. Podríamos decir que
es algo más sencillo, pero que funciona de la misma manera, puesto que
sigue habiendo bastantes elementos diferenciadores.
En temas de detallado, renderizado y rendimiento, el juego tiene bastante
problemas. Lo primero son los considerables bajones de FPSs que tiene,
hasta el punto de que a veces se queda congelado. En segundo lugar,
el uso de antialiasing es escaso, percibiendo demasiada inestabilidad en los bordes de los personajes y
objetos, que no mejora prácticamente nada aunque cambiemos entre los distintos
modos de Switch. Se nota que tenemos el típico problema de falta de trabajo
extra, para que al jugarse en una consola de recursos inferiores como la Switch,
no haya este tipo de problemas. Para más inri, muchas de las texturas están poco detalladas, haciendo aún más
notorio la necesidad de cierto desarrollo en este apartado.
En cuanto al menú, es bastante más coherente que el que habíamos tenidos
en las dos entregas anteriores, mucho más ornamentado cuando debe, pero más
conciso cuando no, dando un mejor equilibrio entre los elementos. El único
problema que tiene y que también se refleja en las escenas, es el hecho de que
la fuente usada es excesivamente pequeña, haciendo ininteligibles algunos
textos y por tanto que jugarlo en portátil o doc pueda llegar a ser un
suplicio.
Paz para nuestros oídos
Como siempre la música de atelier es un punto bastante importante en el juego,
ya que al ser un título con muchos momentos “amorosos”, cuquís o relajantes,
es decir, que busca una experiencia mayoritariamente relajada, salvo por
algunas de las poca situaciones álgidas. A raíz de esta situación, el cuidado
puesto en la banda sonora es muy notorio.
La variedad de piezas es bastante amplia y el repertorio se sucede de una
manera natural, que solo se ve roto en el momento en el que entramos en combate, cosa
bastante lógica. La música acompaña como el cantar de unos pájaros en una
película de
Disney, sintiéndose armoniosa, natural y alegre, cual agradecida compañía mientras
nuestro periplo se sucede.
Por su parte, los efectos fx no tienen mucho que destacar. Son bastante
variados y fantasiosos, ensalzando las acciones y dando un toque mágico típico
de cuento de hadas. Por otro lado, las voces y expresiones siguen una línea
básica de
anime
sobreactuado, típica de casi cualquier juego del estilo, todo ello
traducido al inglés y doblado al japonés.
Conclusión
Atelier Ryza 3: Alchemist of the End & the Secret Key es la última
aventura de nuestra apreciada Ryza, una historia que respira el final de unas increíbles vacaciones. Es un RPG
por turnos que introduce elementos de acción que le dan mucha más viveza al
combate y con un sistema de alquimia divertido y fácil de entender.
Gráficamente no es el mejor de la saga, ya que le falta trabajo en lo que a
texturas, rendimiento y antialiasing se refiere. Por último, la banda
sonora es una auténtica delicia y fantasía que nos acompaña de manera amena y
agradable.
Atelier Ryza 3: Alchemist of the End & the Secret Key estará disponible desde el 24 de marzo en PlayStation 4, PlayStation 5, Switch y PC.
Lo mejor
- Volver jugar con Ryza
- Combate mucho más dinámico
- Sistema de alquimia entretenido
- Banda sonora hermosa
Lo peor
- Vano uso del antialiasing
- Texturas borrosas
- Problemas de rendimiento
- Fuente de texto en ocasiones ilegible
- Está en inglés
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