LO JUGAMOS EN MESA: THE YAWNING PORTAL (EL PORTAL BOSTEZANTE)

Tras unirnos a un grupo de aventureros que tenían el nombre de la muerte grabado en el rostro, regresamos con nuestros ropajes manchados de sangre tras adelantar ese destino y decidimos ir a gastar nuestros oros donde mejor podemos: a la posada de The Yawning Portal (El Portal Bostezante). Con la creciente popularidad e interés en el mundo de DnD, a raíz la serie de Stranger Things o la película Honor entre ladrones (2023), es normal encontrarnos productos licenciados como el Monopoly o este nuevo donde nos acercan a nuestro hogar la gestión de la taberna más famosa de la Costa de las Espadas. 

Y aquí entramos nosotros, recogiendo el reto que Hasbro nos ha lanzado a través de su línea Avalon Hills y convirtiéndonos en unos afamados camareros capaces de servir a cualquier raza que se nos ponga delante. ¿Acertaremos con las delicias élficas? ¿Nos servirá con nuestra despensa de dorado líquido (que acabará en el suelo en alguna batalla)? ¿Sonreiremos al ver bajar a novatos a las Ruinas de Bajomontaña (UnderMountain)? Bueno, amarremos el trapo al cinturón y corramos entre los comensales con la bandeja en la mano. ¡Vamos!

¿Qué es The Yawning Portal?

Estamos en Faerûn, el continente principal sobre el que se crean las historias pertenecientes a Reinos Olvidados, una de las ambientaciones más conocidas de Dragones y Mazmorras. Para muchos lectores, este nombre está relacionado directamente con un personaje: Drizzt Do’Urden, uno de los pocos drows (elfos oscuros) que viven en la superficie y protagonista de una saga de novelas escrita principalmente por R. A. Salvatore (la entrada que algunos tuvimos a este mundo).

Dentro de este territorio existe una región llamada Costa de la Espada, donde se encuentra una de las ciudades más grandes y documentadas de todo el universo de DnD: Aguas Profundas, la ciudad del Esplendor. Llena de facciones y capos como Xanathar, los lugares de descanso se cuentan como espacios de interés y, entre ellos, El Portal Bostezante se alza como uno de los más conocidos de todo el continente. Además de contar con la única entrada al Bajomontaña, marcándolo como paso fijo de muchos exploradores, cuenta con una cocina maravillosa a cargo del misterioso Durnan, un hombre que bajo a la oscuridad y regresó con vida.

No, en este juego no hay dados, pero no puede evitarse pensar en ellos al verlo en la mesa.

Pero aquí no hemos venido a pegarnos con nadie (de momento), así que podemos guardar los dadores de suerte de viente caras y centrarnos en nuestra nueva y poderosa misión. Las grandes historias siempre acaban llamando la atención de los grandes acontecimientos y de los épico que han sido los hechos que los han llevado a esa situación, pero normalmente esquivan lo más mundano: la comida. ¿Quién sobrevive a un día con energía sin llevarse algo al estómago? No hay que preocuparse, para eso estaremos nosotros.

Con todo lo dicho hasta ahora es probable que ya comencemos a entender el objetivo de este juego. Somos taberneros del Portal Bostezante y tenemos que ir preguntando, sirviendo y cobrando a los comensales que allí se acerquen. Con ello irás consiguiendo puntitos que compararas con los demás jugadores para ver cuál de todos se ha merecido una felicitación de Durnan esa noche. Aún así, cuenta con una modalidad individual por si ese día no tienes a nadie con quién compartir partida. Te ha tocado estar solo atendiendo a estos mercenarios, ¿sobrevivirás al turno? Con una edad inicial de 12 años, puede ser disfrutado por más peques con supervisión, aunque no recomendamos bajar mucho por las fichas pequeñas con las que cuenta el juego. De este modo, podremos enfrentarnos en partidas de 1 a 4 jugadores, con una duración media de una hora, no llegando a ser un rellena-huecos, pero sirviendo bien para entretenerse durante una o varias tardes (recordemos, en este caso, no como en el Cluedo Escape, existe rejugabilidad).

¿Qué tenemos para servir la mesa? Unboxing de la caja

La calidad de los materiales es bueno, pero hay que reconocer que el tablero se encorva fácilmente.

Os acercamos un desglose de todos los elementos contenidos dentro de la caja de The Yawning Portal:

• Es un juego de tablero, por lo que dispondremos de diferentes losetas para formarlo. Además de las dos más grandes que serán las estándar para un jugador, podremos ampliarlo hasta los cuatro con las tres adicionales (una por cada añadido). Aunque se reconoce la calidad del cartón, es cierto que es fácil que acabe un poco encorvado (nada que no se pueda solucionar con peso encima).
• – 48 piezas de comida, repartidas en 12 de cada color (azul: mordedores con patatas, amarillo: jarra de cerveza, verde: fuente de verduras o rojo: jamón ahumado).
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• – 9 piezas de poción para encantar comida. ¿Quieres saber para qué sirve? Mira en el apartado siguiente.
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• – 140 gemas de colores (30 azules, rojas verdes y amarillos y 20 blancos). Será la moneda del juego.
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• – 68 cartas de héroe, es decir, los comensales que vienen a llenar su estómago con nuestros manjares.
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• – 16 fichas de acción. Te permitirán hacer diferentes acciones durante la partida. Tienen dos caras: anverso y reverso.
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• – 9 cartas de objetivo. Con ellas podrán añadirse nuevas tareas con las que podrán obtenerse más puntos.
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• – 4 cartas de referencia del jugador. El resumen perfecto de las reglas para que cada jugador pueda acudir rápidamente a él con las pequeñas dudas.
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• – Manual de reglas. Creo que no necesita explicación: un libreto que recoge el método de juego y las distintas formas de ganar. Muy bien maquetado y fácil de entender.

¿Quién ha pedido esta comanda? Reglas culinarias de taberna

Cierras los ojos un momento para fortalecer la paz interior antes del CAOS y, con una sonrisa en el rostro, sales y vislumbras tu lugar de trabajo. El tablero se coloca según el número de jugadores, alargándose hasta tres veces para conseguir más aforo. ¿Quién no querría llenar su restaurante en la vida real? Pero, ¿cómo lo vamos haciendo? Veamos la preparación de la mesa de un partida multijugador.

Tras desplegar el tablero, colocaremos junto él las piezas de comida y pociones, siempre al alcance de todos los jugadores. Los héroes vienen determinados por cuatro colores, por lo que tendremos que separarlos en diferentes mazos, barajarlos bien y posicionarlos en el lugar del tablero reservado para ellos. Entonces, cada jugador tendrá que coger un héroe de mazo.

¡Qué despejado está todo al inicio de la partida! ¡Qué bueno que hay cartas de ayuda!

Posteriormente, repartiremos una carta de acción de cada color a cada uno de los jugadores (pudiendo sobrar). Estas se colocarán enfrente de su puesto con los símbolos de comida hacia el tablero. Pero no serán las únicas cartas que estarán descubiertas a vista de todos: se escogerán al azar cinco cartas de objetivo y se mantendrán a la vista de todos los jugadores, motivándolos a ganarlas y obtener sus puntitos. 

Con todo preparado se sortea el orden de… No, no, no. Nada de azar. El primer jugador será el último que se haya llevado un delicioso majar a la boca, siguiendo posteriormente las agujas del reloj. ¿Se empieza a jugar entonces? No, todavía queda unas piezas por colocar, pero eso será obligación del último jugador (alguna ventaja tendrá el ser el último en jugar). ¿Cómo se hace? Según el número de jugadores, se dispondrá de un número determinado de piezas de comida para usar y estas deberán colocarse en cualquier orden en las losetas intermedias (y sí, puede ver sus héroes para intentar ganarse algún puntito pronto). Una vez acabe su estratagema, comienza la partida. ¡Adelante!

Las cartas de acción te dicen que puedes hacer en tu turno. Tiene anverso y reverso. Además, los objetivos pueden determinar la partida.

El turno de cada jugador se basará en las cartas de acción que tiene delante. Al iniciar, escogerá una de ellas y cumplirá en orden de izquierda a derecha las actividades allí mostradas. Para poder usar una acción, es jugador tendrá que poder realizar todos los pasos mostrados en la carta. Es decir, si esta te obliga primero a bajar un héroe, pero no hay espacio en el tablero, no podrás usar esta este turno. Así, se suma una capa de estrategia a la partida. Al acabar, se dará la vuelta a la carta, descubriendo una nueva sucesión de acciones, y se dará paso al jugador siguiente.

¿Y cuáles son esas acciones que podremos hacer? Una de las más importantes es bajar y colocar nuevas piezas de comida. Estas siempre tendrán que ir de base en uno de los dos laterales de la fila que se va formando en el centro del tablero, a menos que haya algún hueco formado por el efecto de algún héroe. El objetivo es ir colocándolas siguiendo los gustos de los comensales, para poder ir sumando puntos e, incluso, conseguir un servicio perfecto (encajen todas las comidas solicitadas). El rellenar esta fila determina el final del juego, acabando cuando esté completa.

Al igual que la comida, la entrada y salida de los diferentes héroes de nuestra taberna vendrá determinada por la acción de las diferente cartas. Cada héroe tiene un efecto que modifica las reglas del tablero y conseguir encajar sus necesidades (localizadas en la sección superior) con lo dispuesto ofrece recompensas más que jugosas en forma de gemas. Cada héroe contento permanecerá boca abajo en el tablero mostrando el logo de un tipo de gema.

Cada héroe es único. Saber usarlo en el momento exacto da un subidón de adrenalina.

¿Y cómo se gana? Al acabar la partida (llenar la zona de servicios), contabilizaremos el número de gemas y la multiplicaremos por el número de símbolos de personajes sobre la mesa. Con todo ello conseguiremos una puntuación a la que tendremos que sumar las bonificaciones (por tener más gemas de un color) y los puntos obtenidos por los objetivos. ¿Eres el que ha conseguido mayor cantidad? ¡Has ganado! ¡Felicidades! Eres el tabernero más valorado del Portal Bostezante.

Pero, pero, pero… ¿y si esa tarde que tienes libre no hay nadie disponible para una partida rápida? No pasa nada, la versión de un jugador sigue siendo desafiante. Las reglas se adaptan en esta partida eliminando la mano del jugador, la manera de sentar a los héroes o el valor de los puntos del final. ¿Y cómo gano si no tengo contra quien competir? La primera vez servirá para marcar una puntuación y las siguientes serán una competición para intentar superarlos. ¿Se logrará mejorar? Habrá que verlo.

Sector servicios en Aguas Profundas. ¿Hemos cobrado al acabar?

No estamos ante un juego de rol, pero siempre es más inmersivo envolverse en ropajes y agarrar un mandilón, unos trapos y pensar en dejar bien limpita la mesa, como en cualquier taberna medieval de la época. Así que preparamos el tablero, disponemos todas las cartas, piecitas, etc. y nos lanzamos al trabajo.

Hay que reconocer que la primera partida se realiza de manera más lenta mientras vamos conociendo las mecánicas. No es un juego exigente y, aunque está muy bien explicado en su mayoría, el ir viendo las reglas paso por paso para asentarlas favorece que las siguientes partidas sean más ágiles. Tras probarlo en varias partidas con diferente número de jugadores, podemos confirmar que las partidas suelen tender a una duración de una hora, hora y veinte según la velocidad de los turno de cada uno. Sin duda, aunque las acciones te permiten crear estrategias que logren llevarte a la victoria, el constante cambio de normas y el paso de los turnos de tus compañeros pueden arruinar tus planes en un segundo. Eso sí, la sensación de no dirigir los movimientos contra ninguno ayuda a evitar conflictos en la partida, logrando un equilibrio entre la lucha y el deleite.

¡Veis! Ahora ya se ha vuelto un poco caótico. ¿Quién ganará?

A pesar de sentir que en un inicio hay que estar atento de demasiados elementos, es sentarse y comenzar a jugar y descubrir el error en nuestros pensamientos. Todo fluye a través de los turnos y al tener un número de acciones determinado permite que la agilidad genere un dinamismo en el que ningún jugador pasa mucho tiempo sin hacer algo y evitando, así, el aburrimiento. Y sí, es emocionante el momento en el que puedes completar un servicio perfecto con tu héroe tras haberlo estado peleando durante unos turnos.

Como ya hemos dicho antes, el objetivo final es hacerse con el mayor número de puntos de victoria y es interesante ver cómo en todo momento logras enfocarte en los diferentes métodos, sin olvidar los objetivos que, en nuestros servicios, han cambiado al ganador de alguna de nuestras partidas.

Eso sí, a diferencia del Cluedo Escape, uno de los apartados más interesantes es la pura rejugabilidad que ofrece, ya sea por el número de héroes que pueden entrar en la taberna o por la versatilidad de objetivos. Es difícil que se repitan las mismas condiciones en alguna ocasión y eso siempre ofrece un incentivo tanto para la vida útil del juego como para valorar la compra.

Nuestras conclusiones jugonas

Todas las personas que se adentraron dentro del mundo de Dragones y Mazmorras se han encontrado alguna vez yendo a tomarse alguna jarra de cerveza en alguna taberna, un clásico inicio para los aventureros que desean ganarse la fama o, simplemente, divertirse. Tras años luchando contra dragones, derrotando señores oscuros o viviendo vidas más placenteras, llega el momento de guardar nuestras armas o cedérselas a los novatos para que puedan iniciar sus senderos de gloria o muerte. 

El juego sirve como un buen complemento para cualquier jugador de la saga, aunque es igualmente accesible para desconocedores del lore y solo quieran probar un juego de gestión de comidas de una taberna. Hasbro ha encontrado un nuevo camino en el cual expandirse, pero evitando sobrecargar con versiones o adaptaciones de sus franquicias más conocidas. El juego logra encontrar un equilibrio y, al mismo tiempo, adaptarse muy bien a su mundo, sin parecer un añadido innecesario. 

Con partidas rápidas y una gran rejugabilidad, El Portal Bostezante (The Yawning Portal) responde como juego divertido, completo y con opción a disfrutarlo con jugadores de diferentes edades, sirviendo como caballo de Troya para incorporar a nuevos adeptos al mundo de Dragones y Mazmorras (aunque las mecánicas sean totalmente diferentes). Si eres de los que quiere una aventura relajada en la que únicamente tienes la presión del llenar el estómago y no sobrevivir a ataques, este es tu juego. si te gusta crear estrategias de juego y ver cómo se desmoronan con el paso de los turno y, aún así, logras hacer lo que querías, deberías darle una oportunidad.